San Antonio de los Alemanes 'limpia' su fachada de motos... con una línea

Una de las joyas de Malasaña, el templo barroco de San Antonio de los Alemanes, luce desde hace unos días con mayor esplendor gracias a la retirada de las motocicletas que afeaban su fachada y dificultaban la entrada. La artífice de este cambio ha sido una simple línea amarilla que funcionarios municipales colocaron a lo largo de su esquina, ya protegida con bolardos, para evitar que los motoristas aparcaran ahí sus vehículos.

Para reordenar el aparcamiento al lado del templo, situado en la confluencia de la calle Puebla con Corredera de San Pablo, el Consistorio ha habilitado siete plazas de aparcamiento en un lateral de la acera.

La iglesia del siglo XVII completa de esta manera su lavado de cara, que se había iniciado a principios de año en su interior con la reforma del retablo de San Antonio de Padua. Los espectaculares frescos de escenas religiosas facturados por pintores como Juan Carreño de Miranda, Francisco Ricci y Lucca Jordano tendrán ahora mejor acceso desde el exterior. Aunque haya quien, aprovechando el nuevo hueco creado, aproveche para utilizar el lugar como zona de carga y descarga: