A raíz de la publicación en Somos Malasaña de la iniciativa individual que estaba llevando a cabo Adrián Rojas de cocinar a diario gratis para personas necesitadas del barrio de Universidad, un pequeño grupo de seis voluntarios se ha unido para darle apoyo logístico. Todos ellos viven muy cerca de la plaza del Rastrillo, donde se encuentra el local de Adrián al que a diario acude alrededor de medio centenar de personas a por una ración de comida.
Mascarillas, guantes, lejía, envases de cualquier tipo para repartir alimentos, platos y cubiertos desechables, trajes o guardapolvos también desechables, alimentos y leche son los elementos de la lista de cosas que con más urgencia necesita Adrián para continuar con su labor. A ella se le ha unido también una placa de inducción para cocinar, dado que la de dos fuegos que actualmente tiene se le queda escasa. La olla grande que hace unos días solicitaba a través de este periódico ya la ha conseguido.
Eva, una de las vecinas que se ha movilizado en favor de esta iniciativa solidaria, cuenta que están tratando de conseguir envases y productos desechables a través de una empresa que habitualmente los sirve para catering y hostelería, pero que lo ideal sería que algún local del barrio de los que están ahora cerrados y que tenga este tipo de productos almacenados se anime a donarlos.
Entre los interesados en ayudar a Adrián también se encuentra el grupo de familias del barrio de La Latina que recientemente se organizó para asistir de urgencia a los demandantes de asilo que se vieron obligados a dormir a las puertas del Samur social de Madrid ante el colapso de los servicios sociales. En este caso, su experiencia a la hora de buscar alimentos puede resultar de gran ayuda.
Todos estos voluntarios creen que resulta básico crear una red de ayuda de proximidad en estos días de coronavirus y de cuarentena y están abiertos a recibir y canalizar todo tipo de apoyo.