Cartagena, preparada para colorear y animar sus calles con un nuevo Carnaval

Un año más, Cartagena está dispuesta para la celebración de una de las fiestas que mejor exhiben los valores culturales que la ciudad intenta transmitir al exterior, que además ha sido declarada de Interés Turístico Regional: su Carnaval llenará de colores, músicas, disfraces, plumas, confeti y una desmesurada alegría las calles desde hoy, viernes 14 de febrero, hasta el martes 25, de la mano de numerosos eventos y actividades que sus habitantes podrán disfrutar cada día.

El reconocimiento del galardón turístico ha sido posible no solo a la volcada participación y disfrute de sus gentes en los festejos, sino al arraigo del Carnaval, que tiene sus orígenes modernos en el siglo XVIII, a la tradición histórica de la ciudad portuaria: en los días previos a la Cuaresma, hombres y mujeres salían a las calles empedradas y transitadas del centro con el propósito de divertirse y desquitarse de las obligaciones de la rutina diaria, antes de que los cuarenta días previos a la Semana Santa llegaran y les dictaran el rigor, la sobriedad y la severidad que conllevaban.

La ruptura con el quehacer diario de los ciudadanos de aquella época los sumergía en un estado transitorio de ilusión y entusiasmo. Las fiestas de Carnaval servían además para hacer olvidar durante un tiempo los condicionamientos sociales y promover diversas reivindicaciones que todavía se llevan a cabo: solía ser frecuente el intercambio de roles sociales, haciendo los ricos de pobres y los pobres de ricos, o sobre todo el fenómeno del travestismo.

Casetas de buñuelos, de juguetes o de perfumadores en las esquinas de las calles y gente disfrazada y repleta de confetis y serpentinas esperaban a que el pregonero anunciara montado en burra, vestido con camisa blanca y chaleco de terciopelo, el comienzo de un tiempo “dedicado exclusivamente a las risas y a la diversión”. Entonces la gente se disponía a celebrar, a derramar todo el confeti, a bailar los unos con los otros, y de repente la ciudad se encontraba sumida en una celebración de la que desde entonces hasta la actualidad Don Carnal y Doña Cuaresma son los principales protagonistas: retratados por el Arcipreste de Hita en su ‘Libro de buen amor’ representan el desenfreno y derroche, el primero y la austeridad y sobriedad, la segunda.

Pero la historia del carnaval cartagenero no ha sido siempre como se lleva manifestando desde el siglo XVIII. En 1936,  con el país trágicamente inmerso en la Guerra Civil, las autoridades prohibieron las fiestas y cortaron de raíz la progresión del profundo arraigo que estaban consiguiendo en la sociedad. A lo largo de casi medio siglo no se oyeron por sus calles coplas, ni se vendieron juguetes ni disfraces, ni se bailó dejando de lado las preocupaciones.

En 1981 se levantó la prohibición y el carnaval de Cartagena reapareció con innovaciones tanto en sus actos como en su organización que lo llevaron a que destacara como uno de los carnavales mejor valorados de la Región, con un intenso afán de originalidad que se ha mantenido hasta la actualidad.

Este año, como los anteriores, se podrán disfrutar numerosos y variados eventos repartidos en los 12 días, entre los que destacan el pasacalles de inauguración del viernes 14 de febrero, las elecciones de las reinas y el pregón el sábado 15, los Concursos de Chirigotas y de Drag-Queen que se prolongarán durante toda la semana, para finalizar con el Gran Pasacalles el sábado 22, el Festival de Coreografías el lunes 24 y la Despedida y quema de Don Carnal el martes 25 de febrero. Desde hace unos días se percibe en el ambiente húmedo y soleado de Cartagena una ilusión especial por ofrecer a su público un nuevo y feliz carnaval. Durante toda la semana esa ilusión se manifestará y se reflejará en sus actividades. Que lo disfruten.