En un comunicado, estos profesores se preguntan “por qué debemos ser víctimas de un fallo administrativo”. “¿Por qué ser la moneda de cambio de discusiones políticas? ¿Por qué que somos los profesores los únicos damnificados? ¿Porqué nos ha llevado Afapna, un sindicato que aboga por los derechos de los trabajadores, a una situación de este calibre?”, plantea.
Los afectados por la sentencia han explicado que han decidido juntarse y coordinarse para estudiar las opciones para dar solución a esta situación. “Nuestro objetivo no es otro que el de la legítima defensa de nuestro trabajo. Lo único que pedimos es respeto a nuestro trabajo y esfuerzo, ya que nadie nos ha regalado nada”, han dicho.
Según han indicado, llevan “más de un año en este proceso”, desde que “en septiembre de 2015 comenzaron los rumores que habría oposiciones”. Cuando en noviembre se anunció que se “iban a ofertar un gran número de plazas en castellano y euskera”, han continuado, “muchas o la mayoría de nosotras habíamos empezado a estudiar, ya que como personas que trabajamos en la educación pública estábamos obligadas a presentarnos a las oposiciones, para que dependiendo de la nota se formasen las nuevas listas”.
“En julio, cuando finalmente se publicaron los resultados, sentimos una inmensa alegría, ya que el trabajo de todo un año había dado sus frutos”, han manifestado, para añadir que “a muchas de nosotras estos resultados nos dieron el empuje necesario para tomar decisiones cruciales para nuestro proyecto de vida: embarazos, hipotecas... así, muchas de nosotras dimos inicio a nuevos proyectos”.
Según han indicado, “nuestra alegría no duró más de tres meses” al conocerse hace unos días la sentencia del TSJN que “ponía en riesgo nuestros puestos de trabajo”. “Desde ese momento, nuevamente, volvieron a nuestra vida cotidiana el desconocimiento, la incertidumbre y el temor”, han comentado.
“Tener en cuenta que cien no es sólo un número; detrás hay personas, familias, diferentes historias y muchísimos sentimientos”, han manifestado, para concluir que “por favor, dar fin a esta pesadilla”.