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Cincuenta toneladas menos de escombros

Ramón Gil y Vicente Navarro

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“Cuando la situación se hace insostenible no nos queda otra opción que tomar la iniciativa”, declara uno de los activistas que han coordinado la retirada de 50.000 kilos de escombros de todo tipo, depositados durante años a orillas del barranco de Endonza dentro del paraje natural de Les Moles en el término municipal de Paterna. “Llevamos años denunciando la situación de todas las maneras posibles y sin tener respuesta alguna por parte de la Alcaldía. No podemos entender su pasividad ante una situación tan grave”. Y es que este vertedero en concreto está a orillas de un barranco que, cuando corra el agua por él, arrastrará productos tóxicos a lo largo de todo su recorrido complicando mucho más la situación.

¿Por qué no actúa la corporación municipal tras años recibiendo denuncias sobre el incremento de los vertidos? No hay quien lo entienda. A no ser que su silencio y su indolencia obedezcan a una estrategia premeditada ya muy repetida en todos los movimientos de especulación agresiva: “¡Hagamos lo posible para que se degrade la zona y así podremos presentar nuestro proyecto como sostenible y regenerador del territorio!”. Y es que no podemos olvidar que el Alcalde de Paterna, José Antonio Sagredo, asumió desde el primer momento y desde su puesto de servidor público el triste papel de principal valedor de la multinacional inglesa que proyectaba construir un mega centro comercial justo en la zona de Les Moles que más basura de todo tipo suele recibir.

La Coordinadora para la protección de les Moles en colaboración con Acció Ecologista Agró puso encima de su mesa de manera desinteresada un concienzudo informe en el que figuraban geolocalizados más de 130 puntos de vertidos indicando su contenido y su cubicaje aproximado: un total de 11.000 metros cúbicos. El silencio por respuesta. O lo que es peor, la mentira. Porque justificarse diciendo, como así lo hizo ante la presión de los medios, que no puede actuar porque la mayoría de las escombreras están en terrenos particulares, es mentir descaradamente. Sabiendo, como sabe bien, que esa circunstancia no le exime en absoluto de su obligación legal de mantener limpio de residuos incontrolados la totalidad de su término municipal.

El paraje natural de Les Moles con sus cerca de tres millones de metros cuadrados de superficie en la que se combinan pinadas, cultivos abandonados y monte bajo, es el único islote verde que ha sobrevivido en la más que congestionada Área Metropolitana de València. Ello lo convierte en un valioso tesoro por su ubicación y por la gran riqueza biológica que atesora tras su aparente discreción, pero también lo sitúa permanentemente en el punto de mira de los fondos de inversión nacionales e internacionales.

Esta realidad de indefensión permanente puede acabar cuando la Conselleria de Medio Ambiente culmine su proyecto de inclusión de les Moles en el Parque Natural del Túria, certificando de este modo su protección integral y poniendo fin a cualquier posible especulación. Mientras tanto, en este tiempo de pandemia y confinamientos, muchísimos vecinos de la zona han encontrado en este espacio un área privilegiada de esparcimiento en la que poder respirar paseando o haciendo deporte. Muchos descubriéndolo por primera vez, sorprendidos y agradecidos por la existencia de un paraje de estas características “al lado de casa”. Y también son muchas familias las que se han mostrado interesadas en preguntar qué pueden hacer para colaborar en la protección del lugar e incluso en su limpieza.

Mientras esto ocurre, los que vierten sus residuos de todo tipo en Les Moles intensifican sus acciones, reabren los caminos que los activistas intentan bloquear por sus propios medios y en poco tiempo una nueva montaña de escombros volverá a escenificar el agravio continuo y el desprecio que sufre este espacio único por parte de los responsables de su custodia. Una irresponsabilidad que “obliga” a los que se acercan a Les Moles, sobre todo a los niños, nuestro futuro, a convivir con una normalidad trágica. Basura por todos lados.

La Coordinadora para la protección de Les Moles lleva quince años sosteniendo su propósito de salvar este paraje de la destrucción. Sin su ejemplo lo más seguro es que ya no gozase de la salud que muestra pese a la basura y que ya no tuviese el futuro tan esperanzador que tiene si la Generalitat materializa por fin su inclusión en el Parque Natural del Río Túria. En tantos años de reivindicación, la Coordinadora ha encontrado el apoyo de muchos movimientos ciudadanos, de políticos implicados en el medio ambiente, incluso de alcaldes de localidades próximas a Paterna, pero nunca ni en la anterior legislatura ni en la presente ha recibido indicio alguno de reconocimiento por parte de José Antonio Sagredo, alcalde de Paterna. Más bien todo lo contrario. Ni siquiera ha dudado de calificar públicamente a Les Moles como un secarral sin valor alguno que proteger, seguramente cegado por el sueño de tener en su término el mayor y más espectacular centro comercial de Europa.

En fin, otro tipo de pandemia. Mientras tanto los activistas van a lo suyo que debiera ser lo de todos: 50.000 kilos de vertidos, algunos muy tóxicos, ya no están contaminando el monte ni alentando con su presencia la pésima educación del “todo vale, no pasa nada”.

“Cuando la situación se hace insostenible no nos queda otra opción que tomar la iniciativa”, declara uno de los activistas que han coordinado la retirada de 50.000 kilos de escombros de todo tipo, depositados durante años a orillas del barranco de Endonza dentro del paraje natural de Les Moles en el término municipal de Paterna. “Llevamos años denunciando la situación de todas las maneras posibles y sin tener respuesta alguna por parte de la Alcaldía. No podemos entender su pasividad ante una situación tan grave”. Y es que este vertedero en concreto está a orillas de un barranco que, cuando corra el agua por él, arrastrará productos tóxicos a lo largo de todo su recorrido complicando mucho más la situación.

¿Por qué no actúa la corporación municipal tras años recibiendo denuncias sobre el incremento de los vertidos? No hay quien lo entienda. A no ser que su silencio y su indolencia obedezcan a una estrategia premeditada ya muy repetida en todos los movimientos de especulación agresiva: “¡Hagamos lo posible para que se degrade la zona y así podremos presentar nuestro proyecto como sostenible y regenerador del territorio!”. Y es que no podemos olvidar que el Alcalde de Paterna, José Antonio Sagredo, asumió desde el primer momento y desde su puesto de servidor público el triste papel de principal valedor de la multinacional inglesa que proyectaba construir un mega centro comercial justo en la zona de Les Moles que más basura de todo tipo suele recibir.