El Gobierno brasileño condenó hoy el ataque perpetrado el martes contra una sinagoga de Jerusalén Oeste, que dejó siete muertos, entre ellos dos atacantes, y pidió a Israel y Palestina que reduzcan las tensiones en la región para poder proseguir sus negociaciones de paz.
“Brasil reitera la condena categórica a las prácticas terroristas, independiente de motivaciones de cualquier naturaleza, y confía en la capacidad de los líderes israelíes y palestinos de reducir la tensión en la región y dar seguimiento a las negociaciones de paz”, según un comunicado de la cancillería brasileña.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil reafirmó en la nota “su apoyo a la solución de dos Estados, Israel y Palestina, conviviendo en paz y seguridad, dentro de fronteras mutuamente acordadas e internacionalmente reconocidas”.
Además de condenar “con vehemencia” el ataque, en el que otras ocho personas quedaron heridas, la cancillería manifestó la solidaridad del Gobierno y del pueblo brasileño para con las familias enlutadas.
Cuatro rabinos y un policía murieron en el atentado contra la sinagoga de Kehilat Bnei Torah, que acabó con los dos autores palestinos abatidos por agentes del orden.
Ante ello, el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu adoptó nuevas medidas punitivas y ordenó la demolición de la casa de un palestino responsable de un atropellamiento mortal en octubre.
Jerusalén es escenario de una creciente tensión desde que a principios de julio tres extremistas judíos mataron a un menor palestino en Jerusalén Este en venganza por el asesinato tres semanas antes a manos de exconvictos islamistas de tres estudiantes cerca del bloque de colonias de Gush Etzion.
Los choques se han multiplicado en las últimas semanas, dejando varias víctimas mortales en diferentes incidentes.