Un centenar de policías fueron desplegados esta mañana frente al Palacio de Justicia, en Asunción, donde hoy se conocerá el veredicto del juicio seguido por la masacre de Curuguaty, que en 2012 causó la muerte de 17 personas y el cese del entonces presidente del país, Fernando Lugo.
La acusación se refiere a un desalojo realizado el 15 de junio de 2012 en Curuguaty (norte), cuando varios centenares de policías acudieron a desalojar a unos 70 campesinos de las tierras que habían ocupado para pedir que se integrasen a la reforma agraria.
Durante el desalojo se produjo un tiroteo en el que murieron once campesinos y seis policías.
Durante el juicio, que finalizó la semana pasada, once campesinos han sido procesados por la muerte de los seis policías, mientras que la Fiscalía nunca investigó las muertes de los labriegos.
Los once campesinos están acusados por asociación criminal, invasión de inmueble ajeno y homicidio doloso y la Fiscalía pide para ellos penas de entre 5 y 30 años de prisión.
La defensa, por su parte, reclama su absolución, al igual que familiares de los acusados y organizaciones de la sociedad civil que desde primeras horas de la mañana se han reunido frente al Palacio de Justicia a la espera de la lectura de la sentencia.
Hay además cinco mujeres encadenadas en el lugar para reclamar la absolución de todos los procesados.
La matanza de Curuguaty sirvió de base al entonces opositor y hoy gobernante Partido Colorado para impulsar la destitución de Lugo en un juicio político tildado de irregular por instituciones como Mercosur y Unasur.