A raíz del fallecimiento de la ex alcaldesa de Valencia Rita Barberá, el Gobierno y el PP han cuestionado que la imputación deba ser el momento en que se expulse a los cargos políticos, tal y como se recoge en ese pacto alcanzado con Ciudadanos que permitió llegar después a un acuerdo a favor de la investidura de Mariano Rajoy.
El portavoz del Gobierno, que hoy ha precisado que ese pacto era condición “para sentarse” a negociar la investidura, ha recordado que el PP siempre ha preferido esperar a que se abra juicio oral para apartar a un político; a su juicio, es una forma de mantener el “equilibrio” entre el derecho a la presunción de inocencia y el derecho a presentar una denuncia o querella por corrupción.
Ha asegurado a continuación que los acuerdos están para cumplirse, en referencia al firmado entre su partido y Ciudadanos, pero que en opinión del Gobierno se puede producir una reflexión a la hora de ponerlo “en práctica”. “Sería bueno que entre todos los partidos tomáramos una posición”, ha señalado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
UNA PERSONA “QUERIDÍSIMA”
Méndez de Vigo no ha ido más allá y se ha insistido en pedir “reflexión”. Ha sido el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, el que ha pedido “dar una vuelta” a ese pacto anticorrupción con Ciudadanos. “Cada unos se expresa como quiere”, ha dicho el portavoz del Gobierno preguntado al respecto. “Reflexionar sobre los acontecimientos es lo que hacen las personas inteligentes”, ha agregado.
Sobre si el Gobierno y el PP dieron la españa da Rita Barberá, el ministro ha dicho que la exalcaldesa era una persona “queridísima” y “apreciadísima” en su partido y que ella “sabía” que se le reconocía su trabajo en el Ayuntamiento de Valencia. “Si uno mira en perspectiva la labor de esos años, Valencia es hoy un referente”, ha agregado.