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Noticia servida automáticamente por la Agencia Europa Press

El Gobierno prefiere que Escocia no se independice, pero si se va, tendrá que ponerse “a la cola” para volver a la UE

de la enviada especial de EUROPA PRESS, Beatriz Fernández

LIMA —

Así lo ha dejado claro este lunes el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, en rueda de prensa conjunta con el canciller peruano, Ricardo Luna. “España apoya la integridad del Reino Unido y no alienta secesiones ni divisiones en ninguno de los estados miembros. Preferimos que las cosas sigan como están”, ha afirmado en el día en que la primera ministra escocesa, Nicole Sturgeon, ha anunciado que pedirá autorización para convocar un nuevo referéndum de independencia entre el otoño de 2018 y la primavera siguiente, antes de que se haga realidad la salida de Reino Unido de la UE ('Brexit').

“Si de mutuo acuerdo y con arreglo al régimen constitucional Escocia acabara siendo independiente nuestra tesis es que quedarse en la UE no se puede quedar. Tendría que ponerse a la cola, cumplir requisitos, celebrar las consabidas negociaciones y el resultado sería el que esas negociaciones dieran lugar”, ha expuesto tras ser preguntado si España permitiría una adhesión rápida de Escocia a la UE.

Aunque el ministro no se ha referido a Cataluña, las aspiraciones de Escocia se analizan con lupa desde los sectores independentistas, que mirarían a Escocia como ejemplo al seguir si la UE le facilitase un reingreso rápido.

Los escoceses ya votaron en 2014 a favor de permanecer en el Reino Unido. Sin embargo, en el referéndum del pasado 23 de junio sobre el 'Brexit' eligieron mayoritariamente la opción de permanecer en la UE. En palabras de Sturgeon, los escoceses tienen que poder elegir ahora entre un “Brexit duro” como el que defiende la primera ministra británica, Theresa May, o convertirse en un país independiente.

La Comisión Europea no ha querido hacer valoraciones sobre el anuncio de Sturgeon, pero un portavoz ha recordado que la doctrina que aplica Bruselas es la de que si un territorio se separa de un país miembro, queda automáticamente fuera de la UE y tiene que comenzar un procedimiento de adhesión, como cualquier otro país tercero.