La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha entregado hoy las medallas de Oro de la ciudad a la gastronomía madrileña, a los coleccionistas y mecenas del arte, a la Real Academia Española y al doctor Pedro Guillén, en el que ha sido su último acto de este tipo al frente del Ayuntamiento.
Ana Botella ha entregado las medallas arropada por su esposo, el expresidente del Gobierno José María Aznar, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón, y con casi todos los candidatos a las elecciones del próximo día 24 entre sus invitados.
Sobre los representantes de la gastronomía madrileña ha señalado que “ha dado testimonio de las transformaciones que la ciudad ha experimentado en su paisaje humano” y ha pedido “que nadie piense sólo en lo tradicional, aun siendo esto la base de todo, como Lucio lo es,sino también en la vanguardia, en la fusión, en la cocina no de importación si no de adopción”.
“Madrid es una ciudad que hoy habla, piensa y cocina con acentos, miradas y sabores que no hace mucho nos eran desconocidos y que hoy hacen de ella una ciudad global”, ha afirmado la alcaldesa.
En representación de la gastronomía madrileña, el empresario hostelero Lucio Blázquez, propietario de la afamada Casa Lucio, que ha advertido que “orador” no es sino “tabernero”, ha apuntado que Madrid a él se lo ha dado “todo” y que por eso quiere dar las gracias “a todos los que andan por Madrid y a todos los que quieren a Madrid”
De los mecenas y coleccionista del arte que han colaborado en las grandes exposiciones del Ayuntamiento ha asegurado que contribuyen a que Madrid tenga un “atractivo especial en su ”espectacular oferta cultural“, en la que ”los poderes públicos desempeñan un papel indispensable“.
“El coleccionismo que hoy reconocemos con esta medalla ha permitido a los madrileños y a todos los que nos han visitado acceder a conjuntos artísticos deslumbrantes, que no existirían si no fuera por el amor a la cultura de quienes los crearon, los mantienen y los hacen crecer”, ha declarado.
En representación de los premiados, Carlos Fitz-James Stuart, duque de Héscar, que ha ofrecido este reconocimiento a la memoria de su madre, la Duquesa de Alba, ha avanzado su “voluntad decidida de dar continuidad” a esta labor.
También han intervenido Helga de Alvear, Fernando Masaveu y Juan Abelló, representantes de las entidades que han organizado las principales exposiciones en CentroCentro, el espacio cultural del Palacio de Cibeles, por donde han pasado decenas de miles de visitantes, el último de los cuales ha reconocido que fueron su esposa y la alcaldesa quienes le convencieron de organizar la muestra.
Acerca de la medalla a la Real Academia Española, Botella ha manifestado que “sin la lengua española la comunidad hispanoamericana no existiría y Madrid no sería lo que es, la gran capital de la cultura en español, un idioma que la vincula a más de quinientos millones de habitantes en todo el mundo”.
“Madrid es por historia y por vocación la capital de la cultura en español y es, por esa misma razón, la capital de la comunidad iberoamericana, que sólo puede existir en lengua española”, ha dicho.
El director de la RAE, Darío Villanueva, ha recordado que esta institución “es vecina de Madrid desde hace 302 años” y “ha estado siempre vinculada a la Villa y Corte”, que viene a ser el “fondeadero” de todos los hablantes de esta lengua.
Del doctor Guillén ha dicho que “desmiente por sí solo el mito de la España peleada con la ciencia” y que “atiende de manera admirable la angustiada llamada que el Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal hizo a los científicos españoles para que crearan escuela y aseguraran así que la ciencia española no dependiera de los golpes de genialidad de personas como él mismo”.
Pedro Guillén, que se ha referido a Botella como “una mujer ahorradora, diligente, amable y que se va por la puerta grande”, ha dicho que para él la fuente de Cibeles es como la estatua de la libertad para Nueva York porque acoge a los que llegan a Madrid, como él, cuando llegó de Murcia “con una mano delante y otra detrás”.
El acto lo ha cerrado una breve actuación de la soprano Ainhoa Arteta.