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El ministro alemán de Interior rechaza una islamización del país por los refugiados

EFE

Berlín —

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El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, recordó hoy que la libertad religiosa es un derecho constitucional y aseguró a quienes temen la “islamización” del país tras acoger a un millón de refugiados de países musulmanes que no deberán renunciar a sus tradiciones.

En esas tradiciones, recordó al inaugurar un seminario sobre integración en la ciudad de Colonia, están, por ejemplo, los mercados de navidad, el carnaval o las salchichas, pero también los doner o los falafel, apuntó en referencia a los innumerables locales donde se venden estas comidas turcas desde hace décadas en el país.

Según señaló De Maizière, ofrecer un hogar a cientos de miles de personas procedentes de países musulmanes exige mantener una visión abierta, curiosa y también crítica ante su religión.

“El valor de los derechos humanos se sitúa por encima de cualquier práctica religiosa”, aseguró.

A su juicio, el “miedo” a la islamización del país por parte de ciertos grupos, como el movimiento Patriotas Europeo contra la Islamización de Occidente nacido en Dresde (este), parte del miedo a tener que renunciar a las tradiciones, pero “nadie puede obligar a otro grupo” a hacerlo, sobre todo a la población mayoritaria.

Lo fundamental, continuó, es diferenciar entre ideologías que utilizan la religión para perseguir sus metas políticas y personas practicantes que viven sus creencias de maneras diferentes, algo que tiene cabida en Alemania.

El ministro, que recordó que alrededor del 60 % de todos los solicitantes de asilo que han llegado al país recibe protección, reconoció también la necesidad de mejorar los procedimientos de expulsión del otro 40 % que no tienen derecho a residir en Alemania.

Ante el primer grupo, subrayó la urgencia de hacerles sentir responsables de la sociedad de acogida, lo que exige el aprendizaje del idioma y mejorar los mecanismos de acceso al mercado laboral.

Alemania, recalcó De Maizière, cuenta con una sociedad abierta, capaz de afrontar los problemas y buscarles soluciones, que sabe que la integración significa renovarse.

Esa renovación, sin embargo, no significa en ningún caso renunciar a los principios constitucionales, los valores y los principios del país, añadió el titular de Interior, quien destacó que “la tolerancia acaba cuando se enfrenta a los intolerantes”.