A los dos meses de formarse el Gobierno de PP y Ciudadanos en Andalucía, el gabinete de Juan Manuel Moreno Bonilla ha lanzado dos anuncios de impacto directos al corazón de “la joya de la corona” del anterior Ejecutivo socialista: la sanidad pública. Son dos anuncios interconectados y presentados en forma de causa-efecto. Lo explica Daniel Cela.
El primero es la acusación más grave vertida hasta ahora contra el anterior Gobierno de Susana Díaz en el capítulo de “herencia recibida”: los socialistas, según un informe elaborado por la actual Consejería de Salud, “maquillaban las listas de espera de pacientes”, dejando fuera a más de 500.000 andaluces que aguardan una operación o consulta especializada.
En algunos casos, la demora “hizo peligrar sus vidas”, sin descartar, “por pura estadística”, que algunos murieran en la espera de ser atendidos, subraya el titular de Salud, Jesús Aguirre. Con un nuevo cómputo, “más integral”, el nuevo Gobierno andaluz cifra en 843.538 los pacientes que esperan por una intervención quirúrgica o para la consulta a un especialista.
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