La ONU condenó hoy el ataque perpetrado contra una caravana de la Misión de Estabilización que tiene en Mali (Minusma) y que este domingo causó la muerte de tres “cascos azules” y dejó gravemente heridos a otros cinco en la región de Gao, al norte del país.
El secretario general de la organización, António Guterres, expresó sus condolencias a los familiares de los pacificadores, de nacionalidad bangladesí, y al Gobierno de ese país, mientras que deseó una pronta recuperación a los heridos, según un comunicado de su portavoz.
El representante especial adjunto del secretario general, Koen Davidse, condenó el ataque de una “mina o artefacto explosivo” contra las fuerzas de paz, que escoltaban un convoy cuando tuvo lugar la explosión, en torno a las 7 de la mañana, indicó la Minusma en un comunicado publicado en su cuenta de Facebook.
Guterres reafirmó el apoyo de la ONU a los esfuerzos dirigidos a restaurar la paz duradera y la seguridad en Mali, cuyo Gobierno firmó en 2015 un acuerdo de paz con los grupos rebeldes del norte del país.
En este sentido, el diplomático luso urgió a los firmantes del acuerdo de paz a agilizar su implementación para “aislar a los grupos terroristas y otras entidades dispuestas a derribar” el proceso de reconciliación.
Guterres recordó que las entidades o individuos que obstruyan la implementación del acuerdo de paz y ataquen al personal de Naciones Unidas están sujetos a sanciones según la resolución 2347 del Consejo de Seguridad, aprobada el 5 de septiembre.
La misión en Mali, establecida en 2013, se ha convertido en la más peligrosa de todas las que tiene desplegadas en el mundo y sufre de manera casi continua ataques de los grupos terroristas vinculados a Al Qaeda que operan en el norte del país.