La organización internacional PEN capítulo Nicaragua denunció hoy agresiones contra periodistas, en el marco de las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega, y abogó a favor que se respete la integridad física de los comunicadores.
“Para evitar que la población fuera testigo de esa represión, una de las primeras medidas del régimen fue cortar la señal de las estaciones de televisión independientes que cubrían los hechos”, denunció la poetisa y escritoria nicaragüense Gioconda Belli, al leer un pronunciamiento sobre la crisis sociopolítica que atraviesa el país y ha dejado al menos 200 muertos.
Ese organismo denunció, además, robos de equipos y amenazas sufridas por periodistas en el ejercicio de su profesión, por lo que exigió se respete la integridad física, la labor y los instrumentos de quienes hacen la tarea de informar.
Asimismo, hizo un llamado a los periodistas a mantener contacto con PEN Nicaragua a través de sus redes sociales.
En su pronunciamiento, esa organización expresó su “inmensa preocupación por la continúa incursión de la Policía (Nacional) y las bandas paramilitares que la acompañan en ciudades de Nicaragua” para atacar a la población que mantiene bloques en vías o barricadas en las calles como formas de protesta.
Además, PEN Nicaragua se solidarizó con los cerca de 200 muertos “que han perecido víctimas de las balas, los más de 2.000 heridos y los centenares de detenidos y desaparecidos que han sufrido esta conducta violenta del Gobierno Ortega-Murillo”.
El PEN es una asociación internacional de escritores, que fue fundado en Londres (Inglaterra) en 1921 para promover la amistad y cooperación intelectual entre escritores de todo el mundo.
Nicaragua lleva más de dos meses sumergida en la crisis sociopolítica que ha cobrado al menos 200 vidas, la más sangrienta desde los años de 1980, con Daniel Ortega también como presidente.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.