Tal y como detalla la formación morada en un comunicado, esta gestora “se ocupará de la gestión de Podemos en la Comunidad y pondrá las bases de cara al restablecimiento de la normalidad institucional dentro del partido”, lo que implica la celebración de unas primarias internas para elegir a los nuevos miembros de la dirección.
Asimismo, el partido informa de que este equipo técnico está conformado “íntegramente” por miembros de Podemos Galicia, entre los que se incluyen tanto cargos institucionales, como orgánicos y militantes de varios círculos.
UN SENADOR, LÍDERES MUNICIPALES Y MILITANTES
En concreto, conforman la gestora el senador por La Coruña, José María García Buitrón; los secretarios generales municipales de La Coruña, Isabel Faraldo; de Orense, Victor Ferreiro; de Lugo, Javier Folgueira; y de Santiago, Víctor Casas Pou; así como la miembro del círculo de Pontevedra y hasta ahora presidenta del Comité de Garantías disuelto, Noemí Martínez; y los del círculo de Ferrol, Eduardo Nieto; y de Vigo, Nicolás Legido.
La Ejecutiva nacional del partido decidió en su reunión del pasado lunes nombrar una gestora en Galicia para cerrar la crisis interna que se abrió en el partido en esta Comunidad a raíz de las dudas manifestadas por el todavía secretario general autonómico, Breogán Riobóo, sobre la conveniencia de mantener la coalición En Marea para las elecciones gallegas que tendrán lugar este año.
Frente a las dudas de Riobóo, la dirección nacional de Podemos, con el secretario general, Pablo Iglesias, a la cabeza, ha reafirmado en reiteradas ocasiones su intención de reeditar para las autonómicas la alianza En Marea, con la que Podemos concurrió en las generales junto a Anova y Esquerda Unida.
Estas discrepancias son las que han provocado que gran parte de los integrantes de la dirección gallega hayan preferido dejar su cargo, al contrario que el secretario general autonómico, que ha defendido que no tiene intención de dimitir, ya que fue elegido directamente por los militantes gallegos. De hecho, Riobóo ha llegado a sugerir que las mencionadas dimisiones se han articulado desde la cúpula de Madrid.