El presidente de Polonia, Andrzej Duda, ratificó hoy la nueva ley sobre operaciones antiterroristas que amplía los poderes de las fuerzas de seguridad y que la oposición califica de “locura” al considerar que reduce “drásticamente” derechos y libertades.
La normativa prevé que el ministro del Interior pueda “ordenar la prohibición de reuniones u otros eventos públicos si es necesario para proteger la vida y la salud de personas o la seguridad pública” si se alcanza el tercer o cuarto nivel de amenaza en una escala de cuatro.
Además, prevé la creación de una lista de sospechosos de terrorismo y permite vigilar por orden judicial, durante un plazo de hasta tres meses, a ciudadanos extranjeros, lo que incluye la intervención de las conversaciones telefónicas y la correspondencia.
“Vivimos en tiempos en los que cualquiera que suponga una amenaza para la seguridad nacional debe ser vigilado por los servicios de seguridad”, ha argumentado el ministro del Interior, Mariusz Blaszczak.
La nueva ley ha sido aprobada gracias a la mayoría absoluta del partido gubernamental Ley y Justicia, una formación de corte nacionalista y conservador, y ha sido recibida con numerosas críticas por la oposición.
El líder de la oposición, el ex ministro de Exteriores Grzegorz Schetyna, de la fuerza de centro-derecha Plataforma Ciudadana, calificó la norma de “inaceptable en el mundo libre”.
Así, la ley sobre operaciones antiterroristas entra en vigor antes de dos importantes actos que tendrán lugar en breve en Polonia: la cumbre de la OTAN, el 8 y el 9 de julio, a la que asistirán jefes de Estado y de Gobierno de la alianza, y las Jornadas de la Juventud católica en Cracovia, en la que el papa Francisco convocará a cientos de miles de peregrinos, entre el 25 y el 31 de ese mismo mes.