En concreto, los socialistas quieren hacer un “escudo fiscal” que favorezca a los parados, pensionistas y los trabajadores con hijos a su cargo y rentas inferiores a los 16.000 euros anuales, eximiéndoles de pagar el Impuesto sobre las Rentas del trabajo. De esta manera, el PSOE estima que, en total, esta personas dispondrán de 5.000 millones de euros más para el consumo.
Según explica el comunicado, el PSOE pretende así atender a aquellas personas que están siendo más castigadas por la crisis, parados y trabajadores con menos ingresos que “se han empobrecido rápidamente a consecuencia de la bajada de salarios, los recortes en el gasto y servicios públicos fundamentales y la mayor subida de impuestos y tasas de la democracia”.
“JUSTICIA SOCIAL”
Con este objetivo, ha diseñado una “reforma fiscal progresiva”, que incluye esta medida de “justicia social para ayudar a los más castigados por la crisis y por los recortes del Gobierno y también de eficiencia económica para estimular el consumo y la actividad económica para crear empleo”.
En total, la reforma “radical” que los socialistas llevan a la Conferencia Política, y que aparece desgranada en la ponencia marco, supondría recaudar 50.000 millones de euros más, una vez esté completamente implementada, según ha explicado este viernes el secretario de Organización del partido, Óscar López.
En un acto junto a la 'número dos' del partido, Elena Valenciano, tras recorrer con otros miembros de la Ejecutia las instalaciones donde tendrá lugar la Conferencia, López ha explicado que esta reforma se basa en un principio: que pagarán más quienes más tienen.
“Es una propuesta revolucionaria, radical, progresiva, progresista, realista y de calado que llevará a la práctica el próximo gobierno socialista y que va a tener un efecto real sobre la vida de la gente”, ha insistido.