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Sexo y colapso cardíaco

Es terrible pensarlo, pero ocurre: a veces el corazón falla durante el sexo. Todos sabemos que intensos cambios fisiológicos acompañan a la práctica sexual y a veces estos cambios pueden asociarse con problemas previos y provocar un catastrófico fallo cardíaco, mucho más a menudo en varones que en mujeres. Las leyendas urbanas abundan en anécdotas de gente que murió en plena consumación.

Pero tranquilo todo el mundo, porque un amplio estudio realizado sobre miles de colapsos cardíacos en los EE UU acaba de demostrar que este temible fenómeno es (afortunadamente) muy poco común. Ocurre, pero es raro.

De más de 4.500 casos de parada cardíaca registrados en una región del noroeste de los EE UU entre los años 2010 y 2015 tan sólo 34 se produjeron durante o hasta una hora después de practicar sexo; 32 de ellos en hombres.

En un estudio similar en Francia de más de 3.000 casos sólo 17 estaban vinculados a la actividad sexual, mientras que 229 se produjeron durante la práctica de deportes o ejercicio moderado. O sea que el sexo es muy poco probable que provoque una súbita detención del corazón, y desde luego mucho menos que el deporte.

La mala noticia es que los datos también demuestran que cuando el fallo cardíaco está asociado al sexo los afectados reciben ayuda con mucha menor frecuencia; es mucho más común que alguien que sufre un ataque cardíaco en plena calle reciba un masaje cardiaco que si este ataque ocurre durante la práctica sexual.

Las causas aún no se conocen, pero el dato está ahí: si tu corazón falla la estadística indica que es probable que tu pareja no haga gran cosa. Quizá porque en ese momento nadie está para sorpresas desagradables...

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Es terrible pensarlo, pero ocurre: a veces el corazón falla durante el sexo. Todos sabemos que intensos cambios fisiológicos acompañan a la práctica sexual y a veces estos cambios pueden asociarse con problemas previos y provocar un catastrófico fallo cardíaco, mucho más a menudo en varones que en mujeres. Las leyendas urbanas abundan en anécdotas de gente que murió en plena consumación.

Pero tranquilo todo el mundo, porque un amplio estudio realizado sobre miles de colapsos cardíacos en los EE UU acaba de demostrar que este temible fenómeno es (afortunadamente) muy poco común. Ocurre, pero es raro.