El presidente brasileño, Michel Temer, aprovechó hoy un foro de la Unicef en Sao Paulo que contó con la participación de los reyes de Suecia para sancionar una ley que establece mayores medidas de protección a los menores que son víctimas o testigos de violencia en Brasil.
La norma crea un conjunto de garantías para niños y adolescentes que son víctimas o testigos de la violencia, como el derecho a ser escuchados y resguardados en lugares apropiados y acogedores, con infraestructura y espacios físicos que garanticen su privacidad.
La nueva ley prevé que los menores que testifiquen en procesos por violencia no podrán tener contacto, ni visual, con los acusados y que quienes hayan sido víctimas de violencia cuenten con apoyo de profesionales especializados en salud, asistencia social y seguridad pública.
“Los niños tienen que ocupar un lugar muy especial en cada sociedad. Ellos representan el futuro y la esperanza, pero también son vulnerables y necesitan de protección”, afirmó el presidente de Brasil en la ceremonia inaugural del noveno Foro Global para la Infancia en Sudamérica, promovido por Unicef y la World Childhood Foundation, fundada en 1999 entre otros por la reina Silvia de Suecia.
Ante los reyes de Suecia, Carlos XVI Gustavo y Silvia, y la primera dama, Marcela Temer -que encabeza un programa gubernamental de atención a la infancia-, Temer destacó diferentes leyes de protección a los menores y dijo que “a lo largo de diversos gobiernos supimos avanzar”, al citar los programas de transferencia de renta de los ejecutivos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, entre otros.
En la ceremonia inaugural del foro, el rey de Suecia pidió a los representantes de las empresas reflexionar sobre la necesidad de proteger a los menores.
Según el monarca, cuando realicen negocios en Brasil, las empresas tienen que pensar sobre “cómo garantizar que los derechos de los niños sean respetados y cómo pueden hacer para que sus empresas integren esos derechos en sus propias operaciones”.