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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Cardenal Tauran: El peligro no son las religiones, sino los malos adeptos

EFE

Madrid —

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El cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, ha analizado la vinculación entre religión y fundamentalismo y ha asegurado que “las religiones no son el peligro, el peligro son los adeptos que no se comportan bien”.

Tauran, camarlengo de la Iglesia Católica, hombre muy cercano al papa Francisco y el responsable del diálogo interreligioso del Vaticano, ha participado hoy en Madrid en una jornada dirigida a sacerdotes y organizada por el Ateneo de Teología y el Foro Sacerdotal con un discurso sobre “La misericordia en la predicación del papa Francisco”.

Posteriormente, en un encuentro con periodistas, Tauran ha afirmado que en el contexto de terrorismo fundamentalista que vive el mundo la religión “forma parte de la solución” porque no se puede entender el mundo sin tener en cuenta la fe.

“Las religiones no son el peligro, el peligro son los adeptos que no se comportan bien y la responsabilidad de los líderes religiosos es muy grande”, ha afirmado Tauran, quien ha reclamado más educación y la lectura del Corán como modo de evitar el terrorismo islamista.

En este sentido, ha subrayado que en multitud de ocasiones ha pedido a los líderes religiosos musulmanes que denuncien las barbaridades del Estado Islámico.

Ha negado que exista una guerra de religiones, aunque ha admitido que el diálogo interreligioso “se ve minado y se hace frágil” por culpa del terrorismo, aunque ha apostado por perseverar en el encuentro, “porque no hay otra solución”.

Como ejemplo de ello, se ha referido a la reunión celebrada ayer en el Vaticano entre el papa Francisco y el gran imán de la universidad islámica de El Cairo Al Azhar, Ahmed Al Tayeb, con quien abordó el compromiso de autoridades y fieles de las grandes religiones para rechazar la violencia y el terrorismo.

Ambos líderes destacaron el gran significado de este nuevo encuentro en el marco del diálogo entre la Iglesia y el islam.

Fue un encuentro histórico, ya que Al Azhar, centro islámico de referencia para los suníes, decidió en 2011 suspender el diálogo con el Vaticano tras unas declaraciones del papa Benedicto XVI sobre la necesidad de proteger a los cristianos en Egipto y Oriente Medio, pronunciadas después del ataque a la catedral copta en Alejandría.

Tauran fue el cardenal protodiácono encargado de anunciar la elección de Jorge Mario Bergoglio como el nuevo pontífice, el pasado 13 de marzo de 2013 y es un estrecho colaborador del papa, a quien ha definido como una persona muy sencilla e inteligente.

Se ha referido a la decisión del papa de acoger en el Vaticano a 12 refugiados tras su viaje a la isla griega de Lesbos, y ha explicado que Francisco se sintió conmovido por la historia de un musulmán, casado con una mujer cristiana a la que los milicianos pidieron que renunciara a su fe y, al no hacerlo, la degollaron en presencia de su marido e hijos.

De sus tres años de pontificado ha destacado el encuentro con el patriarca ortodoxo que fue “el gran sufrimiento de Juan Pablo II”. “Yo me reunía con él cada miércoles durante 13 años y no había ocasión en la que no me hablara de la Iglesia ortodoxa rusa, era una obsesión”, ha recordado.

Sobre Benedicto XVI, al que vio hace pocos días, ha asegurado que aunque está físicamente deteriorado -camina con andador- “tiene una mente admirable”.

Ha defendido que los tres últimos pontífices comparten la misma línea doctrinal, aunque con personalidades muy distintas y ha explicado que los fieles viajaban al Vaticano para “ver a Juan Pablo II, escuchar a Benedicto XVI y tocar a Francisco”.

El cardenal Tauran (Burdeos, 1943) fue secretario para las Relaciones con los Estados, equivalente a ministro de Asuntos Exteriores, con Juan Pablo II, una labor que desarrollaría durante 13 años, hasta el 2003.