El Defensor del Pueblo se ha dirigido al Ministerio de Sanidad y a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid para conocer los recursos existentes y los protocolos previstos tras el contagio de ébola de la auxiliar de enfermería Teresa Romero en el hospital Carlos III de Madrid del pasado año.
Según recoge el informe anual del Defensor del Pueblo, la institución ha iniciado una actuación a raíz del dossier presentado por el Consejo General de Enfermería en el que se detallaban deficiencias de seguridad para los trabajadores y un inadecuado seguimiento de los protocolos por parte de las administraciones.
El organismo encabezado por Soledad Becerril expone que, tras la repatriación en el pasado verano de dos ciudadanos españoles afectados por el virus, se produjo un caso de contagio -el de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, que superó la enfermedad- que dio lugar a una “situación de alarma epidemiológica”.
Las actuaciones del Defensor se han dirigido al Ministerio y la Consejería de Sanidad para recabar información sobre los recursos de vigilancia epidemiológica existentes; los mecanismos de coordinación e información pública previstos ante una alerta de “gran impacto social” y las previsiones de actualización de los protocolos de seguridad existentes.
Tras exponer que varias de estas cuestiones han sido planteadas por los afectados ante los jueces, que habrán de pronunciarse sobre la eventual existencia de responsabilidades.