El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, se mostró hoy satisfecho con las conclusiones en inmigración tras la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE), aunque pidió a los Estados miembros acciones para cumplir con los compromisos adquiridos.
Gentiloni recibió con optimismo el empeño de la UE por solidarizarse con los países europeos que más inmigrantes acogen, Italia y Grecia, pero demandó a sus homólogos soluciones concretas.
“Los problemas a los que nos enfrentamos no pueden resolverse con un documento del Consejo Europeo”, afirmó en una rueda de prensa tras el cierre de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se ha celebrado durante dos días en Bruselas.
El primer ministro italiano trasladó su preocupación en relación a la lenta respuesta de los Estados miembros a la hora de reubicar a los 160.000 solicitantes de asilo desde Italia y Grecia, ya que las políticas migratorias “no pueden dejarse sobre los hombros de los países de la primera línea”, sino que debe ser “compartida” por todos.
En relación a la cooperación con Libia, el país desde donde llegan la mayoría de inmigrantes a través de la ruta del Mediterráneo central, Gentiloni recordó que “hay que ser conscientes de que trabajamos con un país (Libia) con un Gobierno muy frágil”, y destacó la importancia de estabilizarlo.
Preguntado sobre el papel y el peso de Italia en Europa tras la consumación del “brexit”, el primer ministro italiano defendió que su país ya cuenta actualmente con una “gran representación” dentro de la UE, y puso como ejemplos a Mario Draghi, Antonio Tajani y Federica Mogherini.