La pandemia y las medidas para combatirla ha provocado, de momento, un moderado aumento del paro en la República Checa, que el pasado abril tuvo una tasa de desempleo del 3,4 %, aunque el Gobierno ha advertido de que la situación puede empeorar en mayo y junio.
El paro subió en abril cuatro puntos porcentuales respecto a marzo y siete respecto al mismo mes del año pasado, según los datos de personas apuntadas en las oficinas de desempleo ofrecidos hoy por el Ministerio de Trabajo.
El Gobierno checo declaró el pasado 11 de marzo el estado de emergencia para frenar la pandemia, e impuso el cierre de comercios no esenciales tres días después.
La industria automovilística, uno de los principales sectores económicos, quedó paralizada al cerrar sus fábricas empresas como Skoda, Hyundai o el consorcio TPCA, que han ido recuperando su actividad en las últimas semanas.
La ministra de Trabajo, Jana Malacova, reconoció hoy que el desempleo “ha crecido de forma leve”, pero advirtió de que en mayo puede empeorar la situación.
“Estas cifras relativamente buenas no significan que la situación esté estabilizada. Esperamos un punto de inflexión entre mayo y junio”, alertó.
A partir del 20 de abril entró el vigor un calendario de levantamiento de medidas en cinco fases, que se prolongará hasta el 8 de junio.