Rajoy paga con dinero público la atención de su padre mientras 421.000 dependientes esperan sus ayudas

“¿Qué pasaría si Mariano Rajoy cobrara 270 euros mensuales para atender a su padre y le hubieran expulsado de la cotización a la Seguridad Social? ¿En qué situación viviría como cuidador? ¿Cómo viviría la persona con dependencia?”. José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, lanza un mensaje al presidente del Gobierno, tras revelar eldiario.es que carga al presupuesto de La Moncloa el cuidado de su padre, de 95 años y enfermo. “Que cada vez que mire su rostro, se acuerde de las miles de personas que están en lista de espera, producto del recorte presupuestario que él mismo ha hecho”, asevera indignado.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría a las asociaciones y familiares de personas con dependencia, que han visto cómo en cuatro años el Partido Popular ha aplicado un “tijeretazo” al sistema y ha provocado su colapso. Según los últimos datos oficiales (31 de agosto de este año), 421.000 personas siguen esperando las prestaciones a las que tienen derecho, a pesar de que ya han sido valorados como beneficiarios. De ellas, muchas son dependientes moderados, que el Gobierno incorporó al sistema con ocho años de retraso, pero para los que no ha presupuestado dinero para atender.

Una lista de espera que ha desembocado en la peor consecuencia para 101.070 dependientes, que según calcula el colectivo, han fallecido aguardando la ayuda. “Nos parece una auténtica desvergüenza, tanto política como personal”, critica José Luis Gómez Ocaña, presidente de la Coordinadora Estatal de Plataformas de la Dependencia y padre de dos niños grandes dependientes. “Lo que ha hecho Rajoy al recortar es producir un sufrimiento terrible a las personas más vulnerables”, añade Ramírez.

La situación de las cuidadoras

El padre del presidente del Gobierno vive en La Moncloa, donde recibe asistencia y acompañamiento día y noche a cargo de dos personas contratadas por Presidencia. Unos cuidados que el resto de ciudadanos recibe o de un familiar o mediante unas horas de ayuda a domicilio, que el usuario debe afrontar pagando una parte. Sin embargo, “más de 78.000 familiares de dependientes han perdido la prestación económica que recibían”, enumera Ocaña.

Otras la mantienen, pero el importe que reciben fue rebajado tras la reforma que Rajoy impulsó en julio de 2012. Como máximo, las cuidadoras (el 90% son mujeres) reciben 387 euros por asistir a un gran dependiente, los que más atención demandan, a jornada completa.

“A ver si con esta cantidad, Rajoy podría cuidar a su padre”, reprocha enfadado Ocaña. Porque “muchos familiares tienen que elegir entre medicar a sus hijos o darles de comer”, ejemplifica. Además, su gobierno dejó de pagar la cotización a la Seguridad Social de miles de cuidadoras, “acabando así con la dignidad de las personas que se dedican a cuidar a sus familiares”, denuncia Ramírez.

El usuario aporta más que el Gobierno

Lo que ha hecho el presidente del Gobierno, sería “motivo de dimisión en un país serio y democrático”, añade Ocaña, porque, en su opinión, Rajoy demuestra que “carece de la moral para no beneficiarse de su cargo público para dar un servicio a su padre que el resto de ciudadanos no perciben”. De hecho, las personas con dependencia ya pagan más que el propio Gobierno tras los recortes presupuestarios y se hacen cargo del 19% de la financiación, frente al 18% del Ejecutivo; las autonomías aportan el 63% restante.

El PP incrementó la cuantía que pagan los usuarios a través del copago a los pocos meses de empezar a gobernar, lo que supuso que empezarán a aportar con rentas de poco más de 500 euros para servicios como centros de día o ayuda a domicilio. En 2016 el sistema contará con 75 millones de euros más, según ha presupuestado Rajoy. Una cifra que, días antes de la presentación de los presupuestos, vendió el Gobierno como incremento “notable”. Sin embargo, solo servirá para atender a un 5,18% del total de dependientes que engrosan la lista de espera.

Ante esta situación, las asociaciones y familiares de personas con dependencia son contundentes: “Que cada vez que mire a su padre y piense que lo está atendiendo con el dinero de todos, tenga sobre su conciencia a los dependientes a los que ha quitado calidad de vida y dignidad”, concluye Ramírez.