La primera revisión independiente para una vacuna contra la COVID da hasta un 90% de eficacia a la de Oxford

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La revista científica The Lancet ha publicado este martes los primeros resultados de una vacuna frente al coronavirus que han superado una revisión por pares. Corresponden a la creada por el laboratorio anglo-sueco AstraZeneca y la universidad británica de Oxford y confirman los datos ya conocidos de su fase tres: la vacuna tiene una eficacia del 70%, que alcanza el 90% cuando se inocula media dosis seguida de una completa un mes después. Con dos dosis enteras, la eficacia es del 62%. Los análisis por el momento sugieren que la eficacia es mayor en el grupo de la media dosis con respecto a la completa con independencia de factores como la edad –un asunto que generó controversia tras los primeros informes sobre su eficacia–, pero los autores tendrán que continuar estudiando estos datos.

Según The Lancet, los datos de la vacuna de Oxford muestran que es segura. Solo tres de los 23.745 participantes –en ensayos en Reino Unido, Brasil y Sudáfrica– han sufrido “eventos adversos” que podrían estar relacionados con la vacuna, uno de ellos en el grupo que recibió el placebo, otro en el grupo que sí se vacunó –se trata de un caso de mielitis transversa– y una tercera persona, con fiebre elevada, de la que no se ha hecho público a qué grupo pertenecía. Todos se encuentran recuperados o en proceso de hacerlo. En total se detectaron 175 eventos “adversos”, pero los otros 172 no estaban relacionados con el coronavirus o el control de la vacuna.

Para analizar la eficacia, los investigadores observaron el número de positivos por COVID-19 con síntomas (fiebre, tos, dificultad para respirar, pérdida del olfato...) desarrollados entre los participantes que habían recibido dos dosis de la vacuna en comparación con el grupo placebo, teniendo en cuenta solo aquellos casos que tuviesen lugar al menos 14 días después de recibir la segunda dosis dentro de 11.636 participantes de Reino Unido y Brasil. Se registraron 131 casos de COVID-19 con síntomas, 30 entre las personas vacunadas y 101 en el grupo de control. De esos 30 individuos, 27 habían sido inoculados con el estándar de dosis y 3 con una cantidad inferior la primera vez.

La publicación científica detalla que la submuestra de personas que recibieron primero media dosis y luego una completa fue de 1.367 personas en Reino Unido (el grupo estaba compuesto por más de 2.700 en total, sumando quienes recibieron un placebo), y que se debió a “diferencias” en los métodos de medición entre las muestras de las vacunas. Dentro de este grupo no se encontraban voluntarios mayores de 55 años, porque la media dosis se suministró en una fase temprana de los ensayos y la introducción de personas mayores en los estudios se hizo de forma posterior.

A petición de los revisores de la publicación, los investigadores exploraron si la diferencia de eficacia entre los voluntarios que recibieron la dosis estándar y los que recibieron menos se debe a la cantidad u otros factores, como la edad o el periodo transcurrido entre la vacunación. Los análisis por el momento sugieren que la eficacia es mayor en el segundo grupo con independencia de la edad o el tiempo entre dosis, pero no se trata de una cuestión concluyente y tendrán que continuar recogiendo datos, según The Lancet.

Con respecto a las hospitalizaciones, se contabilizaron 10 de 23.745 voluntarios –solo tuvieron en cuenta los ingresos que se produjeron después de 21 días de la primera dosis–, todos dentro del colectivo que recibió placebo. Dos se consideraron casos graves, uno de los cuales falleció.

En cuanto a la transmisión asintomática del virus, identificaron 69 casos de COVID-19 sin síntomas entre 6.638 voluntarios de Reino Unido, 29 de ellos en el grupo vacunado y 40 en el placebo (una eficacia del 27% frente a la transmisión asintomática). En el grupo que recibió media dosis se dieron 7 positivos (una eficacia del 59%) y en el que recibió la cantidad estándar, 22 (4% de eficacia). Sobre este apartado, los autores recuerdan que estos datos tendrán que ser confirmados cuando haya más datos, según el comunicado de The Lancet.

La tarea pendiente: estudiar más datos de las personas de más de 55 años

Según recoge The Lancet, la mayor parte de los 23.745 participantes en el estudio tenían entre 18 y 55 años (el 82%), por lo que los investigadores quieren profundizar en los futuros análisis en el caso de las personas de más de 56. Otra de las tareas pendientes será averiguar cuánto dura la protección, ya que los primeros ensayos empezaron en abril de este año y todas las infecciones han tenido lugar menos de seis meses después de la primera aplicación.

El proyecto impulsado por Oxford y AstraZeneca se basa en una tecnología diferente a las dos vacunas de ARNm de Moderna y Pfizer, cuya vacunación ha empezado este mismo martes en medio centenar de hospitales de Reino Unido. De forma simplificada, está hecha de una versión debilitada de un virus del resfriado común de chimpancés modificada para que no pueda crecer en humanos y a la que luego se introduce el gen de la proteína S presente en el coronavirus. Es una vacuna que puede ser almacenada en frigoríficos estándar, mientras que la de Pfizer necesita temperaturas de entre -70 ºC y -80 ºC.