Los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, han considerado hoy “insuficiente” la actuación que ha llevado a cabo la Inspección de Trabajo sobre la aerolínea Iberia por exigir una prueba de embarazo a una aspirante a azafata.
La Consejería de Trabajo del Gobierno balear y la Inspección de Trabajo ha impuesto una sanción administrativa de 25.000 euros a Iberia por considerar discriminatorio que solicitara a las aspirantes un análisis de orina que permitía conocer si estaban embarazadas.
En rueda de prensa conjunta, la primera de Sordo como líder de CCOO, ambos han coincidido en que la actuación de la Inspección de Trabajo debería haber sido “más contundente” porque se producen discriminaciones de género “insoportables” en España y, en este caso, se ve “con la suficiente nitidez”.
Así, Álvarez ha llamado la atención sobre el hecho de que “una empresa multinacional como Iberia, con tantos asesores y técnicos, saque una convocatoria en la que claramente se discrimina a la mujer o requiere información que puede permitirlo”.
En el mismo sentido, Sordo ha coincidido en que si esta situación de discriminación se ha dado en una compañía “de la dimensión y transcendencia pública y el asesoramiento de Iberia, qué no estará ocurriendo en el enorme tejido de pequeñas, medianas y microempresas que existen en el país”.
Esta realidad, ha dicho Sordo, se enfrenta “a aquellos discursos que dicen que la igualdad formal ya se ha conseguido y no hay desigualdad salarial ni de condiciones porque la ley o los convenios no lo permitirían”.
Para el nuevo secretario general de CCOO, se trata de “una prueba evidente de la mayor discriminación y desigualdad de las mujeres en el mundo del trabajo”.