Los bares, discotecas y restaurantes de Irlanda volverán a cerrar a medianoche desde este jueves, según ha confirmado este martes el Gobierno de Dublín al presentar una serie de medidas encaminadas a atajar el repunte de casos de COVID-19.
La hostelería había recuperado sus horarios habituales el pasado 22 de octubre, después de cumplir desde enero con un toque de queda fijado a las 23.30 horas, pero la evolución de la pandemia vuelve a ser “preocupante”, ha declarado hoy el primer ministro irlandés, Micheál Martin.
Su Ejecutivo, de coalición entre centristas, conservadores y verdes, también ha acordado que, a partir del viernes, los trabajadores deben desempeñar sus empleos desde casa, a menos que sea imprescindible su presencia en oficinas y otros lugares de trabajo.
Asimismo, será obligatorio presentar los certificados europeos de vacunación en salas de cine y teatro, como ya lo era en toda la hostelería, aunque estarán exentos los clientes de gimnasios y peluquerías.
Los medios locales aseguran que el Ejecutivo irlandés cree que será necesario introducir más restricciones en las próximas semanas, si bien el propio Martin ha indicado que no contempla decretar confinamientos para los no vacunados en este país, donde más del 90% de los mayores de doce años están inmunizados.
La tasa de incidencia acumulada por 100.000 habitantes se sitúa en el país en los 1.146,4 casos a 14 días, casi el doble que a principios de este mes.
A través de EFE.