El asesino en serie que quiso emular a James Dean y cuya historia inspiró a Quentin Tarantino y Bruce Springsteen

En ‘Springsteen: Deliver Me From Nowhere’ una de las tramas principales es la composición de su álbum ‘Nebraska’, cuya canción que da título al disco surgió mientras Bruce Springsteen vio una película en televisión basada en un asesino en serie, sobre lo que investigó para ofrecer un tema que fue una obra más de las que inspiró este caso que conmocionó en Estados Unidos en la década de 1950.

Y es que la historia de Charles Starkweather, la de uno de los asesinos en serie que perpetuó una de las oleadas de crímenes más cruentas que se recuerdan en Estados Unidos en tan solo en cuatro semanas, después de que su protagonista quisiera emular al propio James Dean, al que se parecía físicamente, en ‘Rebelde sin Causa’, inspiró varias películas como ‘Badlands’ de Terrence Malick o ‘Natural Born Killers’, un guion que elaboró Quentin Tarantino, pero que dirigió finalmente Oliver Stone y que se estrenó en 1994.

Charles Starkweather, el asesino en serie que quiso ser James Dean en ‘Rebelde sin Causa’

Este asesino en serie que inspiró a Quentin Tarantino y Bruce Springsteen nació como Charles Raymond Starkweather un 24 de noviembre de 1938 en la localidad de Lincoln en Nebraska en el seno de una familia de clase media de un padre carpintero y una madre camarera.

Defectos congénitos de nacimiento le hicieron ser objeto de bullying en el colegio, al ser tartamudo, miope y patizambo, lo que significa que tenía las piernas arqueadas, y que intentó corregir a través del deporte como una forma también de canalizar su rabia y frustración.

Unos sentimientos que después de ver ‘Rebelde sin causa’ de James Dean transformó en violencia como forma de enfrentarse a los abusos y burlas, lo que lo llevó al camino de la delincuencia y a dejar los estudios. Así fue como comenzó a trabajar en un almacén de periódicos y como basurero, mientras también robaba casas.

Además, fue entonces cuando comenzó una relación ilegal con Caril Ann Fugate, de 13 años entonces, y que tenía la oposición de la familia de ella, que fue objeto del comienzo de una oleada de crímenes que conmocionó a Estados Unidos. Antes, sin embargo, ya había cometido su primer asesinato, un 30 de noviembre de 1957, cuando mató al empleado de una gasolinera al no tener dinero para comprar un peluche.

Una relación ilegal y un viaje trágico con 11 asesinados

Tras ello, en una visita a su novia, su familia le impidió entrar y Charles Starkweather asesinó a los padres de esta, justo a la media hermana, bajo la mirada de la propia Caril Ann. Junto a ella emprendería un viaje por carretera que dejaría 11 muertos, y todo ello con tan solo 19 años a sus espaldas.

Un amigo de la familia Bartlett, dos amigos que les quisieron ayudar con el coche, un industrial junto a su esposa y su asistenta, un conductor de un vehículo que robaron fueron algunas de las víctimas que asesinó un Starkweather que se dejó llevar por la rabia interior acumulada.

Todo ello hasta el 29 de enero de 1958 cuando la pareja procedía a robar otro coche con una persona dentro a la que amenazaron, pero apareció el ayudante del Sheriff del condado al que Caril Ann fue a contarle todo, lo que aprovechó Starkweather para fugarse, pero ser detenido tras una peligrosa persecución.

Tras un juicio que tuvo lugar en junio de 1959 y en el que el acusado ofreció todo tipo de versiones que sus abogados defendieron alegando enajenación mental, fue condenado a pena capital y a morir en la silla eléctrica. Su novia pasó 18 años en la cárcel a pesar de asegurar que era su rehén y que no tuvo nada que ver, y cambiaría su nombre al salir de prisión por el de Caril Ann Clair al casarse.