La tumultuosa historia de la mujer que inspiró la imagen de 'los felices años veinte’: una estrella en continuo rechazo

Andrea Blez

3 de junio de 2025 19:30 h

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Aunque su nombre no suene demasiado, Josephine Baker fue todo un icono e imagen de lo que supusieron los felices años veinte, por combinar el espíritu de la época a través de la cultura, el arte y el contexto social que vivió una mujer que tuvo una complicada y apasionante vida.

Josephine Baker, la complicada infancia de la estrella de los años veinte

Josephine Baker nació el 3 de junio de 1906 en el estado de Misuri, en Estados Unidos, en el seno de una familia afroamericana empobrecida, sufrió maltrato y abusos por parte de los dueños de la casa en la que trabajaba su madre, y donde dormía en una caja de madera en un sótano. Pero si algo marcó su infancia fue vivir la masacre de San Luis, en julio de 1917, por el que más de 6.000 afroamericanos fueron expulsados de la ciudad. Debido a la situación económica de su familia, la joven empieza a trabajar a los trece años, y en apeas dos años se casaría en dos ocasiones, separándose a los pocos meses de ambos.

Su carácter de mujer independiente es lo que le llevaría a seguir su propio camino y marcharse a Broadway, donde coincidiría con Donald J. Reagan, trabajador de la embajada de Estados Unidos en París y que, al ver talento en ella, le propuso mudarse a la capital francesa para un nuevo espectáculo y con un salario de 250 dólares semanales.

Estrella de los felices años veinte y espía en la Segunda Guerra Mundial

Ahí fue cuando Josephine Baker se convirtió en toda una estrella debido a sus actuaciones con el show La Revue Nègre, con el que potenciaba sus estereotipos raciales, al utilizar una falda de bananas de tela, y junto a una guepardo hembra llamada Chiquita.

En 1935 volvería a Estados Unidos siendo toda una estrella en París, pero en su país encontraría un contexto hostil y fue rechazada en múltiples ocasiones por su color de piel, esto fue lo que le llevó a regresar a Francia y adoptar la nacionalidad gala debido a su matrimonio con un industrial, del que se separaría tan solo un año después.

Su popularidad hizo que, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la inteligencia francesa le ofreciera que participara en los servicios de espionaje, y así fue como acumuló información relevante gracias a las actuaciones que ofrecía en embajadas, casas de clase poderosa y rica, alrededor de toda Europa.

Uno de sus servicios como espía en la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, fue la red con la que colaboró que ayudaba a judíos en su huida hacia Sudamérica, además, también actuó para las tropas aliadas. Todo ello le valió la Legión de Honor, y tras el conflicto bélico volvió a Estados Unidos.

Vinculada con Martin Luther King y Grace Kelly en sus últimos años de vida

De nuevo, Josephine Baker volvió a ser víctima del rechazo, pero empeñada en ser estrella también en su país impuso una cláusula en sus contratos de que no actuaría en locales segregados, sin importar lo que le ofrecieran, y participó en la marcha de Martin Luther King en 1963 en Washington, en la que fue la única mujer que habló.

Tras esto, su salud comenzaría a empeorar debido a dos infartos y su situación económica se agravó también, lo que la llevó a ser desalojada de su vivienda, un castillo. Fue entonces cuando recibió la ayuda de otra estrella, Grace Kelly, quien ya era princesa de Mónaco, a donde se mudaría y gracias a los príncipes, regresaría por todo lo alto a los escenarios de Francia con el espectáculo Bobino.

Las críticas fueron positivas, pero tan solo unos días después fue encontrada muerta en su cama tras haber sufrido una embolia. Su entierro tuvo lugar en Mónaco con honores militares, con Grace Kelly en primer plano. En 2021, se convirtió en la primera mujer negra en ser enterrada, de forma simbólica en el Panteón de París, un lugar reservado para las personas más relevantes de la historia de Francia.