El iPhone barato de Apple, acusado de violar derechos laborales

No es la primera vez que los productos de Apple levantan una nube de polvo negra que hace sombra en el camino luminoso de la empresa californiana. En esa sombra se esconden denuncias por malas condiciones laborales que en algunos casos y como aseguran desde la ONG China Labor Watch, rayan con la esclavitud y con modos de explotación que creíamos -y deberían estar- relegados a un pasado.

Ayer Tim Cook presentaba los nuevos modelos de iPhone, haciendo hincapié en la novedad de un terminal low cost, el iPhone 5C, que lo convertía en el más asequible de la gama de smartphones. Pero el lanzamiento se tiñe con sospechas sobre lo barato que resultan también los trabajadores que lo fabrican, a costa de sus derechos laborales.

La organización China Labor Watch (CLW) ha hecho público un informe en el que denuncia la violación de derechos laborales en la fábrica que tiene en la localidad china de Wuxi, donde se están fabricando las cubiertas de plástico trasero del llamado iPhone barato. La fábrica de Green Point Jabil en Wuxi (“Jabil Wuxi”) es propiedad de Jabil Circuit Inc., una compañía con sede en St. Petersburg, Florida, y que, como publica el informe, facturó unos ingresos de 17,2 millones de dólares en 2012.

La investigación encubierta llevada a cabo por CLW en Jabil expone una serie de múltiples violaciones de los derechos de los trabajadores, como discriminación a la hora de realizar contrataciones, violación de los derechos de las mujeres, empleo a menores, salarios insuficientes o malas condiciones de salud y seguridad.

“Los trabajadores de Jabil soportan 11 horas y media de trabajo por día, acumulando más de 100 horas extras al mes, tres veces las permitidas por los límites legales chinos”, afirman desde la organización. “A las candidatas, por ejemplo, se les obliga además a someterse a test de embarazo”.

Esclavitud moderna ‘Made in China’

Los suicidios en el ensamblador de origen taiwanés, que opera en China, Foxconn, en 2010, dieron la voz la voz de alerta a la comunidad internacional. El año pasado, Apple encargó a la Asociación del Trabajo Justo (FLA) investigar precisamente las condiciones en estas fábricas después de que el holding fuera duramente atacado por estos ‘incidentes’.

A pesar de ello el pasado julio, Li Qiang, director ejecutivo de la organización CLW que tiene su sede en Nueva York, aseguraba en relación con las denuncias del proveedor taiwanés que “Apple no ha estado cumpliendo con sus propios estándares”. Y aseguraba en un comunicado: “Nuestra investigación ha demostrado que las condiciones laborales en las fábricas de Pegatron -otra de la empresas denunciadas- son incluso peores que en las de Foxconn”.

No es la primera vez que los productos electrónicos y la historia que encierran, levantan las sospechas de diferentes organizaciones. Detrás del ‘Made in China’ se esconde un intrincado laberinto por el que se pierde el rastro de un producto electrónico hasta su origen. Una cadena de producción casi imposible de seguir y que, sin embargo, ha estado en el punto de mira de organizaciones y medios por los abusos que se han documentado durante la producción y ensamblaje de los componentes. Según un estudio de la consultora alemana Oekom, especializada en sostenibilidad, las empresas tecnológicas son las que mayores abusos laborales registran. La extracción de minerales y ensamblaje son los procesos que el informe sitúa en primer y tercer puesto respectivamente en cuanto a ilegalidad y abuso (el textil se encuentra en segundo lugar).

Parte del documental “La Historia de las cosas” de Annie Leonard.

Foto:Booknews