En el País Vasco, cerca de Oñate, existe una ruta que combina recorrido natural y destino arquitectónico. El itinerario atraviesa un bosque de hayas hasta alcanzar el santuario de Arantzazu, construido en la segunda mitad del siglo XX. Está señalizado para quienes optan por recorrerlo a pie, y también es accesible en transporte rodado desde los alrededores. El trayecto ha sido cuidado por las autoridades locales y regionales, con medidas de conservación que protegen tanto la flora como la fauna de la zona.
El recorrido inicia en las inmediaciones de Oñate y asciende por senderos que atraviesan un hayedo protegido. Los árboles forman un dosel que cubre el suelo del bosque y mantiene un ecosistema regulado. En este entorno se encuentran aves y pequeños mamíferos, presentes en inventarios medioambientales oficiales. Los senderos presentan variaciones en pendiente y tramos rocosos. La duración aproximada a pie es de dos a tres horas, dependiendo del ritmo del visitante y de las condiciones climáticas.
Al final del itinerario natural nos encontraremos con el santuario de Arantzazu, situado sobre formaciones rocosas que separan los valles de Gipuzkoa, Araba y Navarra. El edificio actual, que reemplaza a templos anteriores destruidos por incendios o deterioro, fue diseñado por los arquitectos Francisco Javier Sáenz de Oiza y Luis Laorga entre 1950 y 1955. Conserva la tradición religiosa local asociada a la aparición de la Virgen a un pastor, evento que da origen al nombre del santuario y que forma parte de la historia documentada de la zona.
Santuario de Arantzazu: arquitectura y obras artísticas
El santuario de Arantzazu presenta tres torres y una fachada con esculturas de Jorge Oteiza, que incluyen la Piedad y los doce apóstoles. Las puertas de acceso, realizadas en hierro por Eduardo Chillida, conducen a un retablo de madera policromada de aproximadamente 600 metros cuadrados, obra de Lucio Muñoz. En el centro del retablo se encuentra un camarín con la imagen de la Virgen María, fechada en el siglo XIII, acompañada de murales pintados por Xabier Egaña. La luz natural penetra mediante vidrieras de Xabier Álvarez de Eulate, generando distintas tonalidades a lo largo del día.
El santuario también cuenta con una cripta con pinturas de Néstor Basterretxea y un centro de usos múltiples, el Gandiaga Topagunea, destinado a encuentros y actividades culturales. Entre la basílica y el centro se conserva el espacio denominado 'Misterio', que alberga otra escultura de Oteiza. El complejo permanece abierto durante todo el año, con visitas individuales y guiadas que explican la cronología de las construcciones anteriores, la obra de los artistas y la tradición asociada al santuario.
El acceso desde Oñate está señalizado y permite diferenciar los tramos de bosque de los caminos pavimentados que conducen al santuario. La infraestructura incluye paneles informativos sobre la historia, el arte y la biodiversidad local.
Oñate y sus lugares de interés
Oñate, también conocida como Oñati, es un municipio del interior de Gipuzkoa, situado en un valle rodeado de montañas y formaciones rocosas. La villa cuenta con un patrimonio histórico diverso, que incluye edificios religiosos, plazas y calles que documentan la evolución urbana desde la Edad Media hasta la actualidad. Entre los lugares de interés se encuentra la Iglesia de San Miguel, de estilo gótico tardío, y el monasterio de Bidaurreta, un edificio religioso con historia documentada desde el siglo XVI.
El Parque Natural de Aizkorri-Aratz, que se encuentra en los alrededores del municipio, forma parte del itinerario de la ruta. En él se conservan especies de flora y fauna autóctonas, y se han señalizado senderos que permiten recorrer la zona de manera segura y documentada. Este espacio natural constituye un complemento a la ruta del santuario, integrando patrimonio natural con patrimonio arquitectónico.
Oñati también alberga la Universidad Sancti Spiritus, un edificio histórico que en su momento funcionó como centro educativo y que actualmente conserva funciones culturales y académicas. La villa dispone de servicios turísticos, señalización de rutas y paneles explicativos sobre los distintos puntos de interés, combinando la accesibilidad de los visitantes con la preservación de ecosistemas y patrimonio.