Con la afabilidad que le caracteriza, nos telefoneó este martes Emilio Fresco para decirnos que a él que le registren, que los que han lanzado los rumores sobre su candidatura a la presidencia de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife no lo quieren bien, o en el mejor de los casos, son compañeros de partido. Ya alejado de la actividad política diaria, Fresco asegura no querer ningún puesto que no sea los que se ha ganado por oposición, y por oposición es jefe de servicio en la Consejería de Industria del Gobierno de Canarias. De todas maneras, y para calmar a las masas sedientas de venganza, insistimos en nuestras consideraciones de ayer: Emilio Fresco abandonó la política por coherencia. Otras cosas las habrá hecho por órdenes de la superioridad socialista, y luego se marchó sacrificando incluso amistades que parecían eternas. También renuncia ahora a que su partido lo vuelva a ungir.