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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Nepotismo en la Policía: la conexión canaria

Antonio Jarabo, jefe superior de Policía de Mallorca. (Efe)

Carlos Sosa

Durante toda la campaña electoral del pasado diciembre, el candidato del PSOE por Las Palmas, Sebastián Franquis, se desgañitó preguntando en cada debate a su oponente del PP, José Manuel Soria, los motivos por los que el Gobierno de Mariano Rajoy desplazó de sus puestos a responsables policiales que estuvieron al frente de la investigación de los principales casos de corrupción del Partido Popular en Canarias, básicamente Faycan y Góndola. Soria se limitó a contestar, cuando ya se vio acorralado, que tales destituciones no le constaban en absoluto. Falso. Desde que comenzó esta legislatura y justo hasta el mismo día en que se celebraron las elecciones generales, el Gobierno de Mariano Rajoy ha maquinado de lo lindo para tratar de controlar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Tanto para intentar –infructuosamente, por lo que puede apreciarse- que se profundizara en los interminables casos de corrupción en los que anda implicado el PP, como para dejar en puestos clave a comisarios afines que puedan actuar como diques de contención ante la eventualidad de que un Gobierno de izquierdas pudiera seguir tirando de la manta. La historia que hoy traemos hasta aquí es continuación de la que contó en eldiario.es nuestro compañero Pedro Águeda, y adquiere una conexión local al aparecer entre los comisarios que el PP intenta colocar el actual jefe superior de Policía de Mallorca, Antonio Jarabo, íntimo amigo del director adjunto operativo (DAO), Eugenio Pino, con el que compartió en el pasado tareas profesionales en la unidad de asuntos internos, y pareja de la comisaria provincial de Policía de Las Palmas, Sagrario de León, uno de los más significados brazos ejecutores de la política policial del Partido Popular en Canarias. Pero la conexión canaria de este escándalo se acrecienta al haber sido en este Tribunal Superior de Justicia donde se ha presentado recurso contencioso-administrativo contra ese concurso tan descarado. A él se han unido numerosos comisarios afectados.

La confidente Sagrario de León

Todo empezó cuando el Gobierno del PP vio venir la posibilidad de tener que abandonar el Gobierno y arriesgarse a que el Cuerpo Nacional de Policía pudiera pasar a estar dirigido por jefes no afines. Han sido muchos los episodios sospechosos en esta legislatura, con algunos comisarios entregados a la causa de ocultar o postergar casos de corrupción del partido del Gobierno que ahora afloran sin cesar. De ahí la descarada maniobra para colocar en el máximo escalafón de la Policía a un grupo de comisarios afines, alrededor de una decena, para lo que se ha promovido un ascenso a la categoría de comisarios principales mediante un concurso en el que ha habido de todo. Para empezar, la promoción se convocó 72 horas antes de que se anunciara el plazo para la presentación de candidatos y se impuso como fecha límite la del 20 de diciembre, justo el día de las Elecciones Generales, por si había alguna duda de la intencionalidad. Para conseguir el propósito de que entraran los afines, el concurso eliminó un requisito hasta entonces indispensable, la antigüedad, lo que permitió que entraran por la puerta falsa los jefes superiores de Navarra y Murcia, en su día nombrados también al margen de la Ley de Personal. O el jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Madrid, el responsable de procesos selectivos de la Policía, ahora jefe de Informática, o el ayudante de campo del DAO, el jefe de la División de Personal y la secretaria general del Gabinete Técnico de la Dirección de la Policía. Pero entre todos los elegidos para la gloria nos hemos encontrado también con un viejo conocido del mundo policial en Canarias, Antonio Jarabo, quien fuera jefe de la Comisaría de Maspalomas, en los tiempos en los que fueron puestas en entredicho sus estadísticas, y actual jefe superior en Baleares. Jarabo fue compañero del DAO, Eugenio Pino, en la división de Asuntos Internos, lo que les hizo fraguar una amistad que todavía conservan. Además, este comisario es pareja de la jefa provincial de Policía de Las Palmas, Sagrario de León, persona de la máxima confianza del PP en Canarias y confidente del subdelegado del Gobierno, Luis Molina. De Molina se comenta mucho en la Supercomisaría cómo enmudeció su teléfono durante el tiempo que lo tuvo pinchado en una investigación por corrupción en la que estaban involucrados altos cargos del PP, alguno de los cuales ha terminado en el Gobierno de Canarias gracias a la infinita bondad del Partido Socialista Canario. Mudito, mudito.

La Laguna salva a Pedro Sánchez

Quién lo iba a decir. Ha sido la Agrupación Local de La Laguna la que ha salvado los muebles de la consulta que el PSOE hizo este sábado entre su militancia. Al frente de esa agrupación local se encuentra Javier Abreu, que sufre las consecuencias de la estricta disciplina que el PSOE aplica de manera inversamente proporcional a la de Coalición Canaria respecto al pacto regional que impera en Canarias. Los datos parecen ser irrefutables y a la vez que colocan en una posición ventajosa a Abreu, comprometen seriamente a dos de los aspirantes a la Secretaría General socialista, los secretarios generales de Santa Cruz de Tenerife y de Las Palmas de Gran Canaria, Patricia Hernández, a la vez vicepresidenta del Gobierno, y Sebastián Franquis, diputado nacional y ojito derecho de Pedro Sánchez para los asuntos de Canarias, respectivamente. El primer dato que coloca al PSOE de Canarias en una posición comprometedora es el de la participación, poco más del 44%, siete puntos por debajo de la media del Estado, lo que ciertamente queda compensado por el respaldo obtenido, el 85%, por encima de la media nacional. Pero donde se produce un derrumbamiento colosal particularmente en participación en es la Agrupación Local Juan Rodríguez Doreste de Las Palmas de Gran Canaria, de la que es secretario general Chano Franquis. Con una participación casi ridícula, del 25%, se confirma que esta casa del pueblo está operando a espaldas de su militancia. Dicen en los mentideros que se echó mucho en falta la presencia de “los del voleibol, ejército de terracota que ha valido al aparato para sobrevivir. Eso sí, de los que fueron a votar, el 82,5% respaldó el pacto de Pedro Sánchez con Albert Rivera.

Patricia tendrá que currar más

No le fue mejor a Patricia Hernández en la Agrupación Local del PSOE en Santa Cruz de Tenerife, en la que ejerce (cuando ejerce) de secretaria general. Tan sólo se alcanzó una participación del 34%, es decir, acudieron a votar 155 militantes, de los que 136 (88%) apoyó la propuesta de pacto con ciudadanos y 15 (9,6) se opusieron. Esta agrupación local solo tiene 455 militantes, todo hay que decirlo, lo que precisará de Hernández un notable esfuerzo de convicción en otras casas del pueblo para alcanzar su propósito de ser quien sustituya a José Miguel Pérez. Fue La Laguna, al mando del siempre criticado Javier Abreu, la que rompió con estos datos tan poco edificantes. Alcanzó el promedio nacional de participación (52%), con una aplastante victoria del sí a las pretensiones de Pedro Sánchez (91%), frente al 8,6% de militantes que se opuso. Es decir, los socialistas laguneros situaron su apoyo a la propuesta seis puntos por encima de la media regional, maquillajes gomeros incluidos. Y eso que a Abreu lo tienen embridado para que no levante por los aires al gobierno municipal que comparte de aquella manera tan sandunguera con el nacionalista José Alberto Díaz. Quizás estos datos sirvan para que gane algún aval en la Ejecutiva Federal donde La Laguna, naturalmente, no constituye en estos momentos una cuestión principal. Pero ya volverán las golondrinas de tu balcón sus nidos a colgar.

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