Se le notaba eufórica a la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Pepa Luzardo, cuando se personó este miércoles en la comida de la patronal de los inversores, Aevic, uno de los más potentes sanedrines de cuantos funcionan actualmente en Gran Canaria para oprobio de don José. Los empresarios apreciaron una Pepa especialmente comunicativa, segura de sí misma, algo más suelta de sus ataduras sorianas que en ocasiones anteriores. Quizá influyera en ella el espíritu del talante, el que acaba de abrazar junto a Emilio Mayoral, ex alcalde de la misma ciudad y actual presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Ambos dieron un ejemplo de naturalidad democrática al constituir la comisión del Frente Litoral, a la que rápidamente han invitado al Gobierno y al Cabildo grancanario. El primero ya ha dicho sí. Mas hubo un pero.