La paradoja de los trasplantes

Es muy fácil desenmascarar a los demagogos y a los incendiarios. La prueba se produjo este mismo miércoles. Una mujer fallecía en un accidente de tráfico en Gran Canaria y sus órganos eran donados y trasladados de inmediato a los hospitales de La Candelaria y Universitario, ambos en Tenerife. ¿Por qué allí si en aplicación de la misma teoría del despojo esos órganos debían quedarse en Gran Canaria? Muy sencillo, porque es en Tenerife donde están centralizados los transplantes de esos órganos. Para Tenerife fueron los de esta donante, que fueron transplantados a unos pacientes de no se sabe bien qué isla, porque da igual, eran tres personas que los necesitaban. Como tampoco se sabe de quién era la sangre que se utilizó en esas operaciones, o en el politraumatismo que tuvieron que atender en el Universitario y que acabó con sus reservas de plasma. Y dio lugar a otro escándalo periodístico.