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Debates electorales en Galicia: veinte años de condiciones

Momentos previos al debate de Feijóo, Touriño y Quintana, en 2008 / PPdeG

David Lombao

El 5 de octubre de 1993 se produjo en Galicia un hito histórico. En esa jornada el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y el candidato del PSdeG, Antolín Sánchez Presedo, se pusieron ante las cámaras de Antena 3 Televisión para debatir como principales candidatos a las elecciones autonómicas. Tuvieron que transcurrir diecinueve años hasta que los debates al máximo nivel volvieron a las campañas de las elecciones al Parlamento de Galicia. Fue en 2012, con tres encuentros a dos bandas dentre PP, PSdeG y BNG que se produjeron tras intensas negociaciones y se celebraron notablemente encorsetados por las exigencias de unos y de otros. Entre uno y otros pasaron casi dos décadas de negativas y exigencias previas planteadas mayoritariamente por quien gobernaba en la Xunta. Esta circunstancia regresa en este 2015 en el ámbito municipal, en el que el PP acaba de mostrarse abierto a debatir pero, de nuevo, con condiciones.

Para llegar a aquel debate de1993 Fraga y su equipo habían puesto múltiples condiciones. Quien entonces aspiraba a presidir Galicia por segunda vez consecutiva llegó, por ejemplo, a advertir al canal organizador de que no acudiría si el debate no se celebraba en gallego y si no era emitido solo para Galicia. Durante las siguientes legislaturas las condiciones fueron sustituidas por una absoluta negativa que llegó a 2005, las última campaña de Fraga, que culminó con su salida de la Xunta y en la que evitó sentarse a la misma mesa que el socialista Emilio Pérez Touriño y que el nacionalista Anxo Quintana. Ante una oferta de debate 'a tres' lanzada por TVE el patrón de la derecha española aseguró que solo debatiría con “esos dos señores” cuando PSdeG y BNG presentaran un “programa común”.

Cambio de actitud del PP en la oposición

La actitud de los populares gallegos hacia los debates televisados cambió momentáneamente durante su etapa en la oposición. Así, antes de las elecciones municipales de 2007, cuya campaña y precampaña el PP aprovechó para presentar a su nuevo líder por los ayuntamientos de Galicia, la dirección conservadora accedió de buen grado a la invitación del programa Hai Debate!, de la TVG, que había ofrecido su plató para que los líderes de las tres principales fuerzas políticas contrastaran sus programas locales. Así, Alberto Núñez Feijóo acudió a aquel programa y también lo hizo quien entonces era portavoz nacional del Bloque, Anxo Quintana. El PSdeG, por su parte, envió al alcalde de Lugo, Xosé López Orozco, toda vez que Touriño argumentó que el “respeto” al proceso electoral municipal le impedía participar. Aquel debate se celebró sin especiales polémicas e incluso sin apenas interrupciones entre los contendientes.

Menos de un año después, a comienzos de 2008, la TVG volvió a poner otra invitación para debatir sobre la mesa, en aquella ocasión con la vista puesta en las elecciones generales de marzo. Los emplazados eran, de nuevo, Touriño, Quintana y Feijóo, y en este caso accedieron los tres. Así, el plató habilitado en el claustro del convento compostelano de San Francisco acogió la inédita imagen del presidente, el vicepresidente y el líder de la oposición contrastando sus respectivos programas políticos ante las cámaras. El debate logró un 24% de audiencia, superando la de un partido de fútbol que otro canal emitió a la misma hora.

Feijóo, solo 'cara a cara'

Las facilidades de Feijóo para acudir a los debates desaparecieron en las primeras elecciones a las que se presentó como cabeza de cartel, las autonómicas de 2009. Menos de un año después de comparecer ante la audiencia con Touriño y Quintana el actual presidente se negó a hacerlo de nuevo antes de las elecciones a las que concurrían los tres. En aquel año el plan de cobertura de las elecciones previsto por la Televisión de Galicia incluía un debate 'a tres' de 70 minutos de duración que se emitiría en uno de los horarios de máxima audiencia, toda vez que sustituiría la emisión del programa musical Luar. Los populares se negaron por considerar, en palabras de Feijóo, que ese debate no era más que un “teatrillo arreglado” con el que se pretendía ocultar que Touriño era un “cobarde” que no quería debatir con él en solitario.

La siguiente gran cita electoral tras las autonómicas de 2009 fueron las municipales de 2011 y en esas el debate entre líderes de los partidos ni llegó a plantearse. En su lugar la TVG organizó debates entre candidatos de las ciudades a los que accedieron todos los grupos con representación municipal excepto la viguesa Corina Porro (PP). Al año siguiente, en 2012, hubo de nuevo elecciones gallegas y Feijóo se mantuvo inamovible en la posición de no debatir con PSdeG y BNG y, menos aún, de darles entrada a fuerzas sin representación parlamentaria. En aquella ocasión fueron socialistas y nacionalistas quienes cedieron y sí se celebraron tres debates a dos bandas con Feijóo, Pachi Vázquez y Francisco Jorquera como protagonistas.

Este es el bagaje con el que Galicia llega a estas municipales, en las que la dirección gallega del PP ha tomado la iniciativa para transmitir, a través de sus candidatos en las ciudades, su disposición a debatir. En este caso los populares no piden encuentros a dos bandas pero sí imponen otra restricción: sólo debatirán con quien obtuvo ediles en las anteriores municipales, cerrando así las puertas a fuerzas nuevas o emergentes como las 'mareas', CxG o Ciudadanos, entre otras.

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