Pamplona, 23 ene (EFE).- Los ocho jóvenes de Alsasua condenados por agredir a dos guardiaciviles y a sus parejas insisten ahora, ya en semilibertad, en que su arresto y posterior juicio y condena fue “un montaje” político, mediático, policial y judicial.
Una idea que en nombre de todos ellos han sostenido este sábado en un acto ante la prensa Adur Ramírez de Alda, uno de los condenados, así como Ibone e Idoia Goikoetxea, estas en representación, respectivamente, de la plataforma de padres “Altsasu Gurasoak” y de vecinos “Altsasukoak Aske”.
Los tres han anunciado que ha llegado el momento de poner fin a la dinámica que han llevado a lo largo de este tiempo y Ramírez ha destacado que gracias a sus vecinos, “que se levantaron contra las mentiras y ataques”, se consiguió “contagiar la indignación convirtiéndola en movilización constante en toda Euskal Herria y diferentes lugares del Estado”, en “especial” en Cataluña.
Tras recordar que aún hoy dos de los procesados duermen en prisión y permanecen en ella los fines de semana, ha subrayado que en este tiempo han “sufrido realidades injustas” como la dispersión, el aislamiento o el régimen FIES (ficheros de internos de especial seguimiento) cuando “nunca debimos estar presos”.
Por eso ha dado también las gracias a Altsasu Gurasoak y Altsasukoak Aske porque “supieron transformar el sufrimiento en lucha, la rabia en compromiso y la indignación en ansias de justicia y libertad de gran parte de la sociedad”, por lo que sienten “un orgullo tremendo”.
Y ha denunciado el “trabajo planificado” de la Guardia Civil, algunos medios de comunicación y víctimas de ETA, fiscales, tribunales “de excepción” y políticos que “jaleaban la versión impuesta en busca de réditos electorales”, ya que “todos ellos han contribuido a la construcción de un montaje con intereses más allá del propio caso y donde la verdad poco les ha importado”.