El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha defendido que el menor supuestamente violado por otros compañeros en un centro escolar de Cazorla (Jaén) y su familia “tengan la máxima atención y se evite que en el futuro sucedan cosas como estas”, a través de la “unión” de los servicios sociales y la Justicia.
Así lo ha manifestado este viernes en Valencia, después de que la Fiscalía de Menores en Jaén haya archivado y remitido a la Junta de Andalucía el caso --debido a que los presuntos agresores son menores de 14 años e inimputables--, preguntado sobre si el Ministerio y la Fiscalía pueden “hacer algo” para proteger al niño, ya que los menores “viven cerca unos de otros”.
“Por una parte está la actividad jurisdiccional, donde la Fiscalía está investigando los hechos para identificar la autoría y la responsabilidad, y en su caso, una actuación judicial si tiene los elementos necesarios para ello; luego está la actividad de los servicios sociales”, ha precisado el ministro.
Bajo este prisma, Catalá ha puesto en valor la unión de estos dos aspectos: “la protección de bienestar social y la protección del estado de derecho”. “Espero que esta familia y este niño tengan la máxima atención y se evite que en el futuro sucedan cosas como estas”, ha zanjado.
La víctima, de nueve años, tuvo que ser atendida en el Hospital de Úbeda (Jaén) de unas lesiones que, según los facultativos, eran compatibles con una agresión sexual. La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía confirmó este pasado jueves la expulsión inicial, como medida cautelar, de hasta cuatro menores de 1º y 2º de ESO, con edades comprendidas entre los 12 y los 13 años, por la supuesta violación.