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El sepulcro colectivo de Muel: los trabajos en el yacimiento revelan 50 personas enterradas hace más de 4.000 años

El equipo de arqueólogos de la Universidad de Zaragoza ha finalizado la tercera –y previsiblemente última– campaña de excavación en el sepulcro colectivo calcolítico de la Paridera de la Dehesa, situado en el término municipal de Muel (Zaragoza). Los trabajos de campo se han desarrollado durante el mes de octubre y culminaron con una jornada de puertas abiertas celebrada el pasado sábado 18, que permitió al público conocer de primera mano el desarrollo del proyecto y los avances logrados en este singular enclave funerario. Hasta el momento, las excavaciones han permitido identificar restos de unas 50 personas de distintas edades, depositadas en este espacio funerario colectivo. Las nueve dataciones radiocarbónicas obtenidas sitúan su utilización entre el 2850 y el 2200 a.C., con una fase inicial (2800-2500 a.C.) y otra posterior (2500-2200 a.C.).

Durante la visita, los investigadores explicaron las características del depósito funerario, los datos preliminares sobre la población enterrada —su alimentación, patologías y calidad de vida—, así como las líneas de investigación actualmente en curso. Además, se organizaron actividades divulgativas como un taller demostrativo de tecnología prehistórica a cargo del arqueólogo Javier Fanlo, un espacio expositivo que mostraba la evolución de la excavación y un terrario didáctico en el que los más pequeños pudieron poner a prueba sus habilidades arqueológicas.

Estas actividades contaron con la colaboración de los arqueólogos Javier Fanlo, Fernando Pérez-Lambán y Óscar Lanzas, así como de personas voluntarias y de los directores del yacimiento. Asimismo, Óscar Pueyo y Jorge Martín, miembros del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) y profesores de la Facultad de Educación, realizaron una prospección geofísica magnética en la zona.

En esta última campaña se ha intervenido en el sector suroeste y en los estratos situados bajo la cornisa de arenisca. Una vez concluido el trabajo de campo, se enviarán nuevas muestras para datación y se definirán con mayor detalle las secuencias de enterramiento. El equipo también ha extraído muestras para análisis de isótopos y ADN antiguo, con el objetivo de profundizar en el conocimiento de las prácticas funerarias y la composición biológica de las comunidades calcolíticas del valle medio del Ebro.

Los trabajos en la Paridera de la Dehesa se enmarcan en el proyecto 'Registros funerarios y paleoantropología en la Prehistoria reciente del valle medio del Ebro', dirigido por Jesús V. Picazo, investigador del grupo Primeros Pobladores y Patrimonio Arqueológico del valle del Ebro (P3A-IUCA). Las excavaciones han sido codirigidas por Marina Bretos (P3A-IUCA) y el arqueólogo profesional Javier Fanlo, con la participación de investigadores del IUCA y estudiantes del Grado en Historia de la Universidad de Zaragoza.

Con esta tercera campaña, el equipo da por concluida la fase de excavación en uno de los sepulcros colectivos calcolíticos mejor documentados del valle medio del Ebro, que está aportando información esencial sobre las formas de vida, creencias y relaciones sociales de las comunidades prehistóricas de la región.

La Paridera de la Dehesa se trata de un sepulcro colectivo calcolítico, ubicado en un abrigo significativamente transformado, que data entre el 2800 y el 2500 cal BC. El yacimiento se localizó dentro del programa de prospecciones arqueológicas que desde hace años realizan en el entorno del río Huerva los arqueólogos Jesús Picazo (P3A), Javier Fanlo y Fernando Pérez-Lambán, arqueólogos profesionales. Previamente se habían hecho trabajos de prospección superficial, pero no excavaciones. Hasta el momento, se han documentado restos de al menos veinte individuos de diferentes edades y sexos, constituyendo un depósito funerario de uso acumulativo. Estos hallazgos lo destaca como uno de los conjuntos funerarios mejor caracterizados en el entorno del valle medio del Ebro.