“Invasión” o “efecto llamada”: Vox alimenta su discurso alarmista sobre las migraciones en su visita al muelle de Arguineguín

En febrero de 2020 el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska anunciaba en Canarias medidas para tratar de frenar el “indiscutible repunte migratorio” que estaba experimentando el Archipiélago según el presidente del Ejecutivo regional, Ángel Víctor Torres. Ocho meses después, el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, tras visitar el muelle de Arguineguín en un día en el que alcanzaron las Islas más de 1.000 personas, reconocía que los espacios habilitados en Gran Canaria no eran los adecuados y se comprometía con otros ministerios para habilitar inmuebles alternativos al advertir que la situación ya era similar a la vivida con la crisis de los cayucos. A principios de esta semana, eurodiputados de Izquierda Unida también acudían al Archipiélago para conocer de cerca la realidad migratoria y, fruto de la visita, presentaron una alternativa a la propuesta de Pacto de Migración y Asilo de la Comisión Europea con el objetivo de frenar el discurso antiinmigración de la extrema derecha.

Y este domingo, al muelle de Arguineguín ha acudido la diputada de Vox Rocío de Meer. “Invasión”; “efecto llamada” o “inmigración masiva” han sido algunos de los términos con los que se ha pronunciado ante los medios de comunicación, primero criticando que no le dejaran acceder al interior del puerto donde aguardan las personas hasta que son filiadas y sometidas a pruebas PCR para la detección de la COVID-19, y después denunciando que el Gobierno español esté “más preocupado en ampliar el sistema de acogida y los fondos europeos para ello”, en lugar de “parar la situación” con “el control de las fronteras”.

La diputada explicó que acababa de visitar “el municipio de Tunte”, localidad de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) donde en agosto se concentraron frente al Aula de Naturaleza Virgen del Pino para bloquear la entrada al establecimiento de 71 personas llegadas en patera a la Isla durante el fin de semana. “Hay 150 habitantes y 300 inmigrantes alojados en el pueblo” y “los vecinos tienen miedo de salir a la calle” por los migrantes que “doblan a la población”. Según el Instituto Nacional de Estadística, en dicha localidad residen  596 personas.

La parlamentaria de Vox ha asegurado que denuncia “sin ningún tipo de complejo esta invasión”, al igual que hacen, ha dicho, en la localidad de Tunte, donde “hay 150 habitantes y 300 inmigrantes alojados en el pueblo”, en referencia a los inmigrantes acogidos en las instalaciones de su Aula de la Naturaleza. Para de Meer, la llegada de personas migrantes en la frontera sur de Europa va a provocar “un cambio en Canarias a nivel socioeconómico”, que se sumará a “la crisis que ya vive”, “con motivo de la COVID-19 y el desplome del turismo”.

A su juicio, la solución a la problemática derivada de esta presión migratoria es, “en primer lugar, afrontarla”, para lo que, a su juicio, “hay que reconocerla”, algo que no hace el Gobierno español, “tratando de salvar el mundo abandonando a los españoles”, lo que entiende que es “una gravísima irresponsabilidad”. El “primer deber del Gobierno” es “ayudar a los españoles”, por lo que “destinar recursos a alimentar esta invasión migratoria promovida por políticas de inclusión produce un efecto llamada”, ha aseverado. Además, que hayan sobrevivido más de 8.000 persona en la ruta atlántica este 2020, “cuando en 2019 había recibido 980 en las mismas fechas” (en total ese año fueron 2.698 personas), es una situación “anómala” que tiene “unos responsables negligentes que descuidan a los españoles”.

La diputada de Vox dice que “España está siendo extorsionada por Marruecos, Argelia o Mauritania, que lanzan miles de personas a las costas” y sostiene que se puede “parar la situación” con “el control de las fronteras”, que es “una obligación de las naciones”, para lo que han de poner “todos los medios a su alcance: Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y también los recursos de la Unión Europea”, porque Canarias “es frontera exterior de Europa” y, por tanto, “responsabilidad de Bruselas”.

De Meer ha criticado que “se tache de xenófobo, racista y se amordace” a quien se pronuncie en estos términos y sostiene de que “ese falso multiculturalismo que quieren vender muchos políticos está degradando barrios españoles”.