En busca de la permanencia
El Club Deportivo Tenerife comienza este fin de semana la temporada en la que volverá a competir en la Liga Adelante, tras dos campañas en Segunda División B, en la que el objetivo de los insulares es lograr la estabilidad deportiva en el fútbol profesional.
Aunque ha disputado trece temporadas en Primera división, distribuidas en cuatro etapas, el equipo isleño vuelve competir en su hábitat más natural, ya que, de las 60 temporadas que ha estado en categoría nacional, 36 participaciones han sido en la categoría de plata.
La inestabilidad deportiva ha marcado el último lustro de la entidad que preside Miguel Concepción, con cuatro cambios de categoría -dos ascensos y dos descensos- en cinco temporadas.
Esta circunstancia ha provocado que la afición del Tenerife celebrase el ascenso a Segunda división menos de cuatro años después de haber logrado subir a la máxima categoría.
En la campaña 2008-2009, con José Luis Oltra en el banquillo insular, el equipo tinerfeño logró retornar a Primera tras siete años consecutivos en la segunda categoría del fútbol español.
El Tenerife mantuvo el bloque que logró ascender para competir en la máxima categoría, pero fue insuficiente como para lograr la permanencia y descendió en la última jornada en Mestalla (2009-2010).
La aventura en Primera duró solamente un año, José Luis Oltra fue señalado como responsable del descenso y Miguel Concepción tomó la determinación de no renovar al entrenador.
La entidad volvió a confiar en Santiago Llorente en la dirección deportiva y contrató al técnico Gonzalo Arconada para que lideraran un proyecto que retornara esa misma temporada (2010-11) a Primera división pero, sin embargo, no fue el año del equipo y el entrenador vasco fue despedido tras perder los primeros cinco partidos oficiales.
Juan Carlos Mandía, Antonio Tapia y David Amaral, además del interino Alfredo Merino, fueron los nombres de los otros tres entrenadores que pasaron esa temporada por el banquillo insular y que no pudieron evitar, en una temporada pensada para ascender, que el equipo sufriera un descenso a Segunda B después de 24 años.
Pedro Cordero fue el encargado de una remodelación completa de la plantilla tinerfeñista, adaptándola a las condiciones económicas de la categoría, que lograra el ascenso a Segunda en la 2011-12.
En otro año inestable en el banquillo, con tres entrenadores distintos, el Tenerife terminó la temporada regular segundo clasificado, superó en la promoción al Badalona y al Linense, pero quedó apeado en la tercera y definitiva eliminatoria ante la Ponferradina.
Tras no conseguir el objetivo, Pedro Cordero no fue renovado como director deportivo y se le otorgó la responsabilidad a un hombre de la casa, Quique Medina, que tenía el reto de hacer un equipo con el mismo objetivo pero con más restricciones económicas.
Con Álvaro Cervera de entrenador, el Tenerife logró acabar esta pasada campaña la Liga como primer clasificado y, por lo tanto, poder optar al ascenso por el camino corto, lo que logró en una temporada de incertidumbres económicas en la que el club llegó a estar en una situación preconcursal.