Contador, nuevo líder del Tour
El ciclista español Alberto Contador (Astana) se situó este lunes como nuevo líder del Tour de Francia, aprovechando el infortunio del luxemburgués Andy Schleck (Saxo Bank) en la decimoquinta etapa, disputada entre las localidades de Pamiers y Bagnère-de-Luchon, sobre 187,5 kilómetros, donde la victoria fue para el francés Thomas Voeckler (Bouygues Telecom).
El madrileño se enfundó el maillot amarillo y se coloca nuevamente como el gran favorito para lograr el que sería su tercer triunfo en la Grande Boucle, a falta de lo que dicten las últimas jornadas pirenaicas, con el Tourmalet como juez, o la última crono, favorable en principio para el de Pinto.
Pero en esta ocasión, a Contador no le hizo falta un ataque demoledor, sino sacar partido de la desgracia, en forma de avería, que le sucedió a su gran rival, justo cuando éste lanzaba un nuevo ataque en el Port de Balès, de categoría especial. La asistencia no llegó para el luxemburgués, el español no se detuvo y, junto a Samuel Sánchez (Euskaltel) y Denis Menchov (Rabobank), puso tierra de por medio ante el nerviosismo de Schleck, que cedió 39 segundos en la meta.
Hace dos semanas, Schleck sufrió una caída durante la quinta etapa, y el pelotón sí le esperó. Un día después, el actual campeón tuvo un problema mecánico cuando intentaba recortar distancias en el pavé camino de Arenberg y que le costó medio minuto respecto al luxemburgués. En esta ocasión, ni él, ni Samu, ni Menchov frenaron y continuaron en su ascensión provocando el cambio en la general.
Después de lo sucedido el domingo, con el marcaje férreo entre los dos favoritos y la escasez de ataques, la lejanía del último puerto y la dureza de las futuras etapas, no hacían presagiar grandes movimientos, pero sí llegaron en esta ocasión y fueron a través del líder.
Saxo Bank, al mando
El Saxo Bank parecía plantear batalla en el ascenso del Port de Balès y tomó el mando de la carrera, aunque Contador estaba bien protegido por sus compañeros y, al contrario que su rival, que se quedó solo, siempre tuvo a Alexandre Vinokourov muy cerca.
Por ello, Andy Schleck decidió atacar, y en su primer intento encontró la respuesta del pinteño y del resto de primeros clasificados, encabezados por Sánchez, Menchov y Juergen Van den Broeck (Omega). Sin embargo, tras una pausa, el segundo ataque del luxemburgués fue más definitivo, aunque en su contra.
El maillot amarillo vio como su ataque se cortaba por una inoportuna salida de cadena, justo en el momento en el que Contador llegaba por detrás con fuerza. El jefe de filas del Saxo Bank no pudo seguir, no encontró asistencia y, con nervios, vio como al subirse de nuevo, la cadena se le volvía a salir.
Aunque el segundo clasificado de 2009 reaccionó con coraje y fue sobrepasando rivales, alcanzó la cima con el liderato en peligro. Contador, hábil en el descenso, y con la colaboración de Samu y Menchov, también rápidos en estas situaciones, no dudó en ir a por el maillot amarillo. Schleck tomó riesgos, pero no pudo enjugar la renta y vio como a falta de 2 kilómetros tenía perdida la prenda, lo que se confirmó en la línea de llegada con una desventaja sobre el de Pinto de 39 segundos, lo que le deja a ocho del liderato.
Victoria de Voeckler
Por otro lado, la victoria en la jornada fue para el ciclista francés Thomas Voeckler, campeón de ruta de su país y que sumó su segundo éxito en el Tour de Francia tras el logrado el año pasado.
El corredor galo fue el más fuerte del grupo de diez escapados que se formó en el tramo decisivo y se quedó solo en el Port de Balès. Coronó con más de cuatro minutos sobre los grandes favoritos, y con minuto y medio sobre sus más inmediatos perseguidores, el italiano Alessandro Ballan (BMC) y el español Aitor Pérez Arrieta (Footon), suficiente renta para saborear el éxito.
Para este martes se vivirá la etapa de este Tour de Francia que rinde homenaje a la gran escapada del belga Eddy Merckx en 1969 y con la primera aparición del coloso Tourmalet, de categoría especial, pero situado al principio de la jornada, aunque después de superar el Peyrosourde y el Aspin.
Tras este durísimo inicio, los corredores tendrán una pequeña tregua, antes de afrontar el Aubisque, también de categoría especial y de casi 30 kilómetros, aunque posteriormente no tendrán más dificultades en el descenso hacia Pau, final de etapa tras 199,5 kilómetros.