El 'Emirates New Zealand' no da opción al 'Luna Rosso'
El Emirates Team New Zealand encarriló la final de la Copa Louis Vuitton tras encadenar su tercer triunfo ante Luna Rossa en una regata en la que los italianos ganaron la salida por primera vez pero los neozelandeses acertaron en su elección del lado del campo de regatas y sentenciaron en el primer tramo.
El barco que patronea Dean Barker no se dejó amedrentar por la buena salida del caña australiano del Luna Rossa, James Spithill, y con la elección de la derecha en mente, se olvidó de su rival, al que pronto neutralizó para barrerle en la primera baliza (40 segundos) y sacarle 1:38 en la línea de llegada.
El equipo italiano que patronea Francesco De Angelis afrontaba la final con la confianza que le dio su contundente triunfo por 5-1 frente al BMW-Oracle pero la solidez y seriedad de los de Dean Barker han hecho saltar todas sus alarmas y minar su moral en esta final, que se llevará el primero que gane cinco regatas.
Este domingo las condiciones del aire eran más complicadas, con vientos de menos intensidad que en los días previos, de entre 8 y 10 nudos, que hacían prever que el Luna Rossa podría tener más opciones, algo que sin embargo, no se dio.
El caña australiano del Luna Rossa expuso sus armas en la salida y consiguió pasar la línea de meta cuatro segundos antes que el barco que patronea Barker, que vio cómo los italianos llevaban una velocidad muy superior -unos tres nudos más- a ellos.
El NZL-92 salió por el lado derecho del Comité de Regatas mientras que el izquierdo fue para el ITA-94 que se puso más de veinte metros por delante en los primeros instantes de la ceñida (contra el viento).
Ambos barcos iniciaron un bordo largo hacia izquierda pero, acertado en su elección del lado derecho, el barco neozelandés se vio favorecido y en los siguientes metros neutralizó la ventaja de los italianos y se puso por delante. Una vez más, los kiwis habían acertado en su elección.
Con los barcos al límite del layline izquierdo (límite del campo regatas), el Luna Rossa empezó con las viradas, era su única arma para tratar de recortar diferencias, pero el control de los neozelandeses era incontestable y pronto establecieron su ventaja en casi cien metros.
Barker consiguió arrinconar al Luna Rossa a la izquierda fuera de límite del campo de regatas, donde no tenía opciones y estaba vendido, mientras encaminaba al NZL-92, con 150 metros de ventaja, directo hacia la boya de barlovento, donde superó al ITA-94 por cuarenta segundos.
Ya estaba todo sentenciado en esta tercera regata. La empopada (a favor del viento) era cuestión de control para los neozelandeses que ampliaron su ventaja a casi doscientos metros y que montaron la boya 55 segundos antes que su rival, lo que dejaba el resto del recorrido a intentos desesperados e infructuosos del Luna Rossa por acortar diferencias.
El resto del recorrido -dos tramos de 3,3 millas- ya no tuvo historia, los neozelandeses ampliaban su ventaja y controlaban cada maniobra de los italianos, que sufrieron su derrota más amplia en esta fase final al cruzar la línea 1:38 por detrás del NZL-92.
Este lunes es día de descanso y mientras el Emirates lo afronta con la tranquilidad que le da su ventaja, es momento de reflexión en el Luna Rossa para solventar las dudas que le asaltan aunque siempre podrá apelar al espíritu de sus compatriotas de Il Moro de Venezia que, en la edición de 1992, remontó un 4-1 frente al Black Magic neozelandés y se adjudicó la final de la Copa Louis Vuitton.