Finaliza la segunda edición de la Sahara Bike Race
Este domingo regresan a España, concretamente al aeropuerto de Sevilla, los participantes en la segunda edición de la Sahara Bike Race, organizada por la Secretaría de Estado de Juventud y Deportes de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla. Los ciclistas españoles -mayoritariamente del País Vasco, Madrid y Andalucía-, junto al equipo saharaui, llegaron el jueves a Tifariti, meta de esta prueba y lugar donde se produjo el encuentro con los beduinos que habitan el corazón del desierto del Sáhara.
Habían partido el pasado domingo de la wilaya de El Aaiún, en los campos de refugiados saharauis situados en la ciudad argelina de Tindouf, enfrentándose a kilómetros de arena y piedras y a los inevitables pinchazos. Una prueba de superación personal y un camino para descubrir, a través de la convivencia diaria, a un pueblo que lucha por su supervivencia.
La II Sahara Bike Race ha recorrido una distancia de 350 kilómetros, en dos rutas de diferente dificultad y en paralelo al muro construido por Marruecos para dividir en dos el Sahara Occidental y separar a las familias saharauis entre la ocupación y el exilio. Un viaje de desde los campos de refugiados hasta el Sáhara Occidental liberado bajo el eslogan: Rompe el muro. El viernes los deportistas participaron también en la Columna de los 1000, una acción denuncia que además de visibilizar el muro, este año hizo hincapié en la delicada situación de los cinco presos de conciencia saharauis en huelga de hambre.
La Sahara Bike Race, la serpiente multicolor que ha recorrido durante toda la Semana Santa las arenas del desierto, es una extraordinaria ruta en bici que atraviesa una zona salvaje del verdadero Sáhara Occidental, arenas, dunas, rocas y grandes explanadas cubiertas de fósiles. Los participantes disfrutan de arrebatadores paisajes, de noches bajo las estrellas, de la hospitalidad del pueblo saharaui, de la riqueza de su cultura beduina y de su patrimonio arqueológico. Previamente, en los campamentos de refugiados, han compartido la vida cotidiana del pueblo saharaui en el exilio, conociendo sus jaimas, sus lugares de reunión, sus zocos, su historia y sus tradiciones, como la ceremonia del té, para comprobar que ni las adversidades les hacen perder su capacidad de contagiar optimismo y esperanza.
Junto a los corredores, regresan mañana a Sevilla las familias del programa “Vacaciones en Paz” que visitan los campamentos con motivo de la Semana Santa, un total de 300 personas, entre andaluces y extremeños.