El canario que quiere acabar 100 maratones ‘por amor al agua’

César Méndez, durante el maratón de Londres de 2019

Juan Galarza López (ACAN)

Santa Cruz de Tenerife —

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César Méndez (‘Run, César, run’ en sus redes sociales, en referencia al célebre ‘Run, Forrest, run’ de la película Forrest Gump) es un canario afincado en Londres que aspira a correr 100 maratones por todo el mundo para apoyar a WaterAid, una organización internacional no gubernamental enfocada en agua, saneamiento e higiene. Su objetivo es hacer accesible el agua potable en aquellos países donde escasea y obtenerla resulta una tarea peligrosa.

Este atleta amateur, natural del municipio tinerfeño de Arona, acaba de recibir una ayuda de dos mil euros para impulsar un proyecto tan altruista, como llamativo, que captó la atención de la compañía de apuestas Betfair. Con el apoyo de la Asociación del Deporte Español (Adesp), la firma entregó hace unos días las becas Betfairxeldeporte 2020 y entre la docena de deportistas becados figura Méndez.

César empezó a correr con ocho años en el Club Atletismo Arona. Durante sus años en Tenerife compitió en las categorías de 100 y 3000 metros. Sin embargo, no fue hasta 2008 que comenzó a correr maratones. Y lo hizo por un motivo muy especial: recaudar dinero para el tratamiento del cáncer de próstata que sufrió su padre.

Por aquel entonces, Méndez ya vivía en Londres, ciudad a la que se había mudado el año anterior. Desde entonces, alterna su residencia entre la capital británica y su isla natal, y que la falta de trabajo en Canarias le hizo decidirse por salir y emprender una nueva vida. Ahora desarrolla su carrera profesional en departamentos de sostenibilidad y en áreas de Responsabilidad Social Corporativa, tal y como explica en su página web.

El deseo de César Méndez de ayudar a los demás a través de maratones tiene su origen en un viaje a Ruanda. En 2017, estuvo una semana en un orfanato con niños y niñas necesitados de ayuda y explica que una mañana salió a correr y se encontró con unas mujeres que cargaban bidones de agua encima de sus cabezas. César les preguntó por qué lo hacían y hacia dónde iban, a lo que ellas les respondieron que todos los días tenían que correr veinte kilómetros para recoger agua, que además no era completamente potable.

La experiencia en África y los informes de Naciones Unidas que ya había leído permitieron constatar a nuestro protagonista cómo el reparto de agua en los países en vías de desarrollo estaba muy lejos de ser equitativo, así que decidió hacer algo para ayudar.

Desde que comenzó su reto, César ha corrido siete maratones. Sin embargo, la pandemia del covid-19 ha afectado su proyecto. Este año ya se han cancelado los maratones de Roma, Madrid o Estocolmo, por lo que el tinerfeño ya piensa en el de Ámsterdam. Eso sí: podrá correr el de Estocolmo, aunque de una manera particular. Se ha organizado en septiembre una versión virtual del mismo, en la que tendrá que registrar sus marcas para compararlas con las del resto de los participantes. Pese al contratiempo que supone la pandemia, César se mantiene optimista y asume que en 2021 tendrá que correr “más seguido y acumular maratones”, declara.

Hasta la fecha, la mejor marca del maratoniano tinerfeño son las 3:56 horas que obtuvo en Oporto. Sin embargo, tiene claro que eso es lo de menos: “el objetivo principal es recaudar el máximo dinero posible”, dice. Con los siete maratones que ya completado acumula unos 14.000 euros. “Con eso se podrían instalar lavamanos en Mozambique para 1.262 familias”, explica.

César tiene claro que una parte importante de su cometido es influir entre la sociedad. Por ello, en el maratón de Sidney corrió con un cubo de agua vacío en la cabeza. Su objetivo era captar más seguidores y extender su causa. El gesto fue un éxito, y decenas de espectadores, muchos de ellos menores, le preguntaron el motivo. El atleta tinerfeño lamenta que en el siglo XXI, una de cada diez personas no tenga acceso a agua potable. “Hay más acceso a un teléfono móvil que a agua”, recuerda.

Durante el confinamiento, el deportista aronero ofreció una peculiar estampa. Se grabó en las redes haciendo un maratón en su propia casa, dando cerca de ocho mil vueltas a un pasillo de solo cinco metros de largo. Al no poder correr todos los maratones que tenía pensado, creyó que ésta era una buena forma de animar a la gente “para que se quedasen en casa y se viera que se puede hacer deporte sin salir a la calle”.

Eso sí, al pasar el confinamiento en Reino Unido, César no tuvo que hacer frente a medidas tan restrictivas como las de España. “Las medidas fueron un poco más suaves que en España y podía salir todos los días a hacer deporte una hora al día. Lo llevé bastante bien”, explica.

Preguntado por la convivencia en el país en el que vive desde hace casi trece años, César comenta que no ha sufrido episodios de xenofobia. “Siempre me han tratado bastante bien y he tenido mucho apoyo en el trabajo y de la sociedad en general”. Lo cierto es que el atleta canario ha recibido varios premios en Reino Unido, incluyendo un reconocimiento del príncipe de Gales. Además, tuvo la oportunidad de visitar la residencia del primer ministro para explicar su proyecto.

El Brexit no ha cambiado, hasta el momento, los proyectos de César. Sin embargo, reconoce que seguramente termine afectándole en cierta medida. También cuenta que conoce a personas que sí se han visto afectadas. “Muchos ya han empezado a volver a casa”, precisa.

 

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