Ruptura en la LFP
La Liga de Fútbol Profesional (LFP), asociación que congrega a los 20 equipos que militan en Primera y a los 22 conjuntos que juegan en Segunda división, transita rumbo a la ruptura. La venta de los derechos audiovisuales ha dividido, en dos grupos, a la patronal del balompié español. En un lado se han posicionado 10 entidades (lideradas por Real Madrid y FC Barcelona para formar una Superliga), que pretenden separar de la transacción del producto a los 22 clubes de Segunda. Frente a esa posición, 31 equipos (el Racing de Santander aún no se ha posicionado), entre los que se incluyen el CD Tenerife y la UD Las Palmas, aprobaron este lunes solicitar al Gobierno de España que la venta de los derechos audiovisuales se produzca de forma centralizada “tal y como ocurre en las ligas profesionales más importantes de Europa, (Inglaterra, Francia, Alemania, Italia)”, según acordaron tras una reunión.
El primer desencuentro entre los miembros de la LFP se escenificó este lunes en Madrid, donde los 42 clubes miembros estabana citados para participar en la Asamblea General de la organización. Sin embargo, la cita sólo contó con la presencia de 31 equipos, ya que 10 entidades (Real Madrid, FC Barcelona, Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid, Valencia, Sevilla, RCD Espanyol, Deportivo de La Coruña, Villarreal y Getafe) se reunieron -horas antes- por separado en una Junta de División y -posteriormente, tras acordar plantear la apertura de un debate para separar las ligas de Primera y Segunda- optaron por no presentarse e impugnar los acuerdos aprobados por los 31 clubes restantes (el Racing no acudió a ningún cónclave) en la Asamblea General.
Según notificaron los 31 clubes reunidos en la LFP, en un comunicado, su deseo es colectivizar la venta de los derechos audiovisuales. “La LFP -explica el documento- insta al Gobierno, parlamentarios, grupos políticos, para que en la próxima ley que regule el deporte profesional se incluya en su articulado que la forma de explotación de los derechos audiovisuales en las competiciones oficiales en las que participan clubes/sad pertenecientes a la LFP sea a través de esta última mediante la venta centralizada de los mismos”. El acuerdo contó con 28 votos a favor y tres abstenciones.
Superliga en marcha
A esa aspiración se oponen los 10 clubes reunidos en la Junta de División que, ante la posibilidad de tener que vender sus derechos televisivos en el mismo paquete que el resto de equipos, han optado por iniciar la ruptura de la LFP y por comenzar a tramitar la creación de una especie de Superliga que sólo agrupe a los 20 conjuntos que militan en Primera división (y dejar fuera del negocio a los 22 que juegan en Segunda división).
Los clubes escindidos, que en su mayoría ya reciben ingresos extras por su participación en competiciones continentales, también hicieron pública una nota, en la que explicaban su postura. “Las nuevas normas -punutalizaba la nota- de organización y desarrollo permitirán una Competición mucho más atractiva y mejor gestionada que la actual, estableciendo rigurosos mecanismos de control económico entre sus miembros y siendo solidaria tanto con los integrantes de la propia División como con los Clubes y SAD de Segunda División, muy especialmente con los que desciendan de categoría, así como en su caso, con los clubes y SADs de otras categorías”.