La UD aleja el fantasma de la Vieradependencia
Empezando el curso, afrontando las primeras jornadas de Liga, resonaba hasta en el lugar más recóndito la Viera-Vitolodependencia. El club amarillo volcaba jornada tras jornada su ataque en la letal conexión entre ambos canteranos, más conocida como la 'doble V'. Dicho aspecto preocupaba a la totalidad del entorno amarillo, incluso Juan Manuel Rodríguez llamaba la atención a ambos jugadores en varias ocasiones, exigiendo amplitud de miras a la hora de buscar un compañero para elaborar las jugadas de ataque.
Pocas jornadas después, Vitolo sería relegado al banquillo, con la intención de dosificar sus actuaciones por parte del míster y solventar el bajón de rendimiento del extremo grancanario. No era el mismo el canterano y eso lo notaba en exceso el equipo, teniendo que salir al rescate la gran perla de la cantera amarilla, Jonathan Viera, que se echaba a la espalda la creación ofensiva sin la presencia de su compañero de fechorías. Debido a ello, salía a la palestra un nuevo fantasma, Vieradependencia, ganando enteros en el encuentro ante el Villarreal B, en donde una auténtica exhibición del de La Feria daba un holgado triunfo a los amarillos y lo situaban como máximo goleador del equipo.
El colofón de este aspecto llegaría en el partido ante el Cartagena, colista de la categoría en el momento del choque. Viera, sancionado, se quedaba en la isla y el club amarillo llevó a cabo uno de los peores encuentros en materia ofensiva, agravado por la expulsión de Javi Guerrero en el minuto 57. Al final, solo Barbosa impediría la derrota de los amarillos ante el peor clasificado de la tabla, deteniendo un penalti. A la mañana siguiente, el discurso de la dependencia al canterano se movía por las ondas de grancanaria impulsados por la gran mayoría de las emisoras radiofónicas y colmaba gran parte de las letras de las cabeceras locales.
Año nuevo, un David González nuevo
El mediocentro amarillo se ha ganado a pulso la titularidad en el centro del campo tras el parón invernal y la Unión Deportiva lo está agradeciendo con creces. Aporta la coherencia necesaria al juego para no depender ni de Viera ni de Vitolo, ambos relegados a las bandas, impidiendo así que se centre el juego en las combinaciones entre ambos y ofreciendo nuevas alternativas ofensivas.
El cambio ha sido más que notable. Aún no consiguiendo la victoria en Alicante, el cuadro amarillo ofreció al Rico Pérez una imagen muy aceptable, a pesar de que Viera no tuvo, ni mucho menos, una buena actuación. Lo mismo ocurriría una semana después en el Gran Canaria. El de La Feria dejaría ver su peor cara, errando ocasiones de gran claridad y aportando al ataque un pequeño porcentaje de lo que nos tiene acostumbrados. Pero aún así, el equipo disputó uno de sus mejores partidos y creó más ocasiones de gol que nunca, sobresaliendo nuevamente la figura de David González como cerebro y organizador del juego y la de Vitolo, que vuelve a ser el que era.
El motivo de que Viera no esté aportando lo que acostumbra no se debe únicamente a que no haya estado acertado. Al estar relegado en banda, las oportunidades de participar en el juego se reducen notablemente, quedando desaprovechadas las enormes cualidades del jugador, que en su posición natural, la de mediapunta, suelen marcar la diferencia.
La UD espanta el fantasma de la Vieradependencia, pero las cualidades del canterano quedan desaprovechadas. Si continúa afinando Juan Manuel y consigue el equilibrio entre estos aspectos, tengan por seguro que quedarán pocos que sigan cerrando miras en cuanto al objetivo de permanencia marcado por el club para la presente temporada.