La UD Las Palmas descarta la regulación temporal de empleo de su plantilla

La Unión Deportiva Las Palmas no se acogerá finalmente a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), como inicialmente había anunciado ante el estallido de la crisis por el COVID-19, la suspensión de la liga profesional de fútbol y, consecuentemente, la pérdida absoluta de ingresos. La entidad deportiva ha decidido mantener a toda su plantilla activa aunque la mayoría en sus respectivos hogares ante la constatación de que la modalidad de ERTE para empresas de más de 50 trabajadores no garantiza el cobro íntegro de los salarios, sino un máximo de hasta el 70%.

Así lo indicó este jueves el presidente de la sociedad deportiva, Miguel Ángel Ramírez, para quien “lo primero es salvaguardar la salud de toda esta gran familia” y lo siguiente, que sus futbolistas, técnicos y empleados no vean mermado su poder adquisitivo “en reconocimiento a su entrega y su profesionalidad”. De esta manera, toda la plantilla, compuesta por unas 240 personas, desde el primer equipo de fútbol hasta el departamento administrativo, de marketing, de comunicación, la cantera, los técnicos, las escuelas de fútbol, incluso las emisoras de radio y de televisión, “se van a quedar en sus hogares cumpliendo con las instrucciones de las autoridades sanitarias cobrando lo que les corresponde”.

Esto supondrá para la UD Las Palmas un desembolso mensual de 1,5 millones de euros que saldrán de sus fondos propios en lo que se reanuda la liga profesional y retornan los ingresos tradicionales, lo que en principio, si no cambian las circunstancias, podría ocurrir en junio. Eso significa que el desembolso podría alcanzar los seis millones de euros.

Desde que estalló la crisis, el club mandó a su casa a prácticamente todo su personal, excepto un reducido núcleo de no más de una decena de personas que se ocupa de las más elementales tareas de mantenimiento y gestión.