Incluso respetaría las críticas que hizo en el mismo acto a la Prensa grancanaria no sólo porque estaría ejerciendo su derecho a la libertad de opinión y de expresión, sino porque también la Prensa es susceptible, estaría bueno, de crítica. Le sorprendería saber que somos los propios periodistas los más duros con este oficio.Sin embargo, no puede admitírsele a Adán Martín lo dicho en el acto de Efe. No por el contenido de sus críticas sino porque no está moralmente legitimado para emitirlas. No lo está desde el punto y hora en que arremete contra la Prensa grancanaria sin haber abierto la boca respecto a la línea editorial de El Día, el periódico de mayor circulación de Tenerife, que a diario veja e insulta, con frecuentes rejos xenófobos, a Gran Canaria y a sus habitantes a los que acusa de estar en una permanente conjura contra Tenerife. Con la agravante del uso de patrañas como munición de la infamia.Eso ocurre desde hace muchos años sin que Adán haya abierto la boca cuando a él, como presidente, le corresponde la responsabilidad directa de velar por la unidad y la convivencia en Canarias que El Día perturba de manera flagrante con su odio al canarión. Lo más que ha dicho, cuando se ha visto forzado, es algo parecido a esas son cosas de don Pepito; restándole cariñosamente importancia. No en vano el periódico es partidario de que repita como presidente y le dicta su política con algún tierno rapapapolvo para que no ceda ante los malvados canariones que tanto daño pueden hacerle. A traición, por supuesto.Quiero decir que si ha callado con El Día, no es de recibo que arremeta contra la Prensa grancanaria oficialmente, actuando como presidente en un acto de alcance internacional, culpándola, falsamente encima, de estar detrás de lo de Zerolo. Del bracillo, claro, de López Aguilar y del famoso sanedrín, a los que no aludió porque se trataba de reunión de periodistas, pero que estaban en el contexto pues lo que hizo Adán fue asumir las loquinarias tesis de ATI a favor de Zerolo. Aunque fuera para que Paulino no le chupara pantalla ante el Tenerife profundo.Los nervios le traicionaron y se despojó de su falsa circunspección, del distanciamiento mantenido en otros graves asuntos que no afectaban a su partido, para saltar con lo de Zerolo. Puso de manifiesto que sólo es presidente de ATI, que Canarias le queda ancha. Le han retratado sus limitaciones pueblerinas. Menudo presidente.