Año nuevo, vida nueva

Con Soria en la Presidencia de Canarias, Paulino Rivero podría volver a ocupar la alcaldía de su pueblo natal, El Sauzal, porque tampoco es justo que se le menosprecie y se le nombre Vicepresidente con Soria. El Vicepresidente con el nuevo Caudillo canario podría ser por ejemplo José Miguel González “Pelo Pincho”, que me cae muy bien, especialmente cuando habla de prisa y corriendo. Entre los cargos del Partido Popular para secundar a Soria en el Cabildo y el Ayuntamiento me encantan Pepa Luzardo como Vicepresidenta de la corporación insular, y María Australia Navarro de primera teniente de alcalde en el consistorio municipal. Lo mejor sería que en ambas instituciones el PP tuviese mayoría absoluta, para no aguantar el coñazo de la oposición sino en la medida justa para que no digan que hay una dictadura. Del actual gobierno canario dejaría en los mismos cargos a Mercedes Roldós, Rita Martín y a Domingo Berriel, que me caen muy bien, y lo están haciendo a la perfección.

En cuanto a los Deportes he llegado a la conclusión que lo mejor es hacerme del Real Madrid, y no pasar por el Estadio de Gran Canaria ni de lejos. Total, para sufrir con la Unión Deportiva, mejor disfrutar con el Real Madrid, que esta temporada lo va a ganar todo, aunque por desgracia no podrá llegar a los seis títulos que ganó el Barcelona con la ayuda del malvado Zapatero el año pasado, y todo por culpa del Alcorcón, que lo dejó sin Copa. Por supuesto que me equipo canario será en el futuro el Tenerife, y eso me permitirá irme de guachinches a la isla picuda por lo menos una vez al mes, para asistir en el “Pequeño Maracaná” (con mayúscula, of course) a los grandes éxitos del equipo blanquiazul, y charlar un rato con mi buen amigo José Manuel Pitti.

De lecturas también voy a introducir una profunda metamorfosis en mi cerebro, y de esta forma estoy decidido a no leer más, entre otros escribidores, a mis amigos Pepe Alemán y Alfredo Martín Amador, porque son además unos disolventes, y la lectura de sus libros me crean problemas. El otro día estaba en una terraza en Las Canteras leyendo “Jaque al ron”, de Alfredo Martín, y pasaron unos amigos, y oí decir a uno de ellos, cuando se retiraban después de saludarme “mira lo que está leyendo Morera, un libro sobre el ron a las diez de la mañana, cómo estará a las ocho de la noche, borracho perdido”. Esta son las cosas de leer temas judeo masónicos ronianos. Mañana me voy a ir a la Avenida con tres periódicos, La Razón, ABC y El Mundo, y la revista “Epoca”, y un par de libros edificantes, que podrían ser Mein Kampf, de Adolfo Hitler, y el último de Pio Moa donde demuestra que todas las culpas de la guerra civil la tuvo la izquierda. Si me ve Soria pertrechado de esta literatura, seguro que me da un abrazo.

De gastronomía también estoy dispuesto a hacer un profundo cambio dietético, y nunca más probaré el sancocho, ni las carajacas, ni siquiera un baifo de Fuerteventura, y me pasaré al cocido madrileño y al rabo de toro, pero que no sea catalán, me refiero al toro. En cuanto a mis defectos profundos familiares mantenidos hasta ahora, en cuanto vea aparecer a mis nietos por mi casa saldré corriendo para no aguantarles la lata. En el momento que llego a esta línea del articulejo, mis cuatro nietos abren la puerta de mi despacho y me gritan “Abuelo, déjate de escribir chorradas y vamos a la avenida con las bicicletas”.

Evidentemente tendré que esperar para cambiar a que las fieras de mis nietos vuelvan a clase y a la guardería cuando se terminen las vacaciones de Navidad, Año Nuevo y Reyes, que se me hacen muy largas con estos torturadores de abuelos. Angelitos mios, de aquí en adelante, cuanto más lejos estén, mejor. Ya ven que no les he hablado de dejar de fumar y de tomar unas copas, si lo hago seguro que el artículo perdería credibilidad.